La Ertzaintza ha detenido este jueves a un agente que estaba destinado en la Ertzain-Etxea de Bilbo por cometer un delito de tráfico de drogas. La policía autonómica ha localizado en su domicilio 55 kilos de cocaína.

Esta detención se produjo después de una investigación que la Jefatura de Asuntos Internos de la Policía autonómica abrió en 2020 después de conocer que este ertzaina pudiera estar cometiendo un delito.

Según ha informado el Departamento de Seguridad de Lakua, tras la detención, en los registros practicados por la Ertzaintza se han localizado en la vivienda del arrestado al menos 55 kilos de cocaína que, según ha precisado este viernes el consejero de Seguridad de Lakua, Josu Erkoreka, en el mercado negro podrían haber alcanzado los 10 millones de euros. También requisaron al agente 20.000 euros en metálico.

Según las investigaciones, este agente el año pasado pudo haber obtenido unos ingresos por valor de unos 300.000 euros que blanqueó con la compra de billetes de lotería premiados.

La detención se produjo en Galdakao y junto al policía fue apresada otra persona.

De acuerdo con ‘El Correo’, el ertzaina estaría involucrado en una red dirigida por un traficante de Cantabria, pero en los últimos tiempos se habría desligado de la misma para actuar por su cuenta y pasó a trasladar grandes cantidades de droga desde Madrid a la capital vizcaína y desde allí la distribuía por Euskal Herria, La Rioja, Cantabria e incluso Aragón.

Erkoreka ha confirmado ese extremo este viernes en los pasillos del Parlamento, donde ha dado algunos detalles del arresto. Según ha precisado, este agente había «depurado bastante» su forma de actuar ya que tenía una furgoneta en la que podía llegar a ocultar hasta 40 kilos de droga y para su transporte adoptaba «importantes medidas de seguridad» dado que, por ejemplo, los desplazamientos los hacía habitualmente detrás de un coche lanzadera que le abría camino y exploraba el terreno.

De acuerdo con Erkoreka, la investigación, «larga, tortuosa y difícil», comenzó en 2020, pero se intensificó el año pasado cuando entraron en ella la Jefatura de Asuntos Internos de la Ertzaintza y la unidad antidroga de Bilbo.

El agente es un patrullero de 49 años miembro de la 14ª promoción de la Ertzaintza. El responsable del Departamento de Seguridad, por su parte, ha lamentado que una persona «investida de agente de la autoridad y teniendo como misión perseguir el delitos se dedicara a delinquir en un ámbito en el que se pueden irrogar gravísimos perjuicios a muchísimas personas a través del perjuicio a la salud pública».

Sin imagen

En esta ocasión no se ha difundido imagen del alijo, al contrario que en otras ocasiones anteriores similares: por ejemplo, la del pasado mes de julio, cuando la Ertzaintza interceptó en Agurain un camión en el que había una cantidad muy similar de la misma droga (55 kilos).

La investigación, tanto como diligencias policiales para presentar ante el juez como del equipo de Asuntos Internos de la Ertzaintza, sigue abierta.

Más casos

No es la primera vez que un agente de la Ertzaintza se ve envuelto en un delito por tenencia o tráfico de drogas. El caso más sonado fue en mayo del año pasado, cuando uno de los detenidos en una macrooperación antidroga de Medina del Campo era ertzaina. Las autoridades incautaron 862 kilos de cocaína, ocultos en sacos de carbón vegetal, que tenían como destino Euskal Herria.

En 2018, el Juzgado de Instrucción número 2 de Gasteiz abrió una investigación por la denuncia que un supuesto traficante de droga presentó contra un ertzaina. Este hombre denunció que uno de los agentes, acompañado por otros policías de uniforme, le había dado una paliza en el bar que regentaba en Gasteiz con el objetivo de quitarle droga y dinero.

Además, hace tres años, un ertzaina fue detenido como cabecilla de una banda dedicada al tráfico de drogas en Bizkaia.

Y en 2014 un ertzaina fue detenido en Bizkaia por poseer una plantación de 900 plantas de marihuana en una nave de un polígono industrial de la localidad vizcaína de Zamudio.