Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

El conflicto rural entre locales y forasteros

AS BESTAS
Estado español-Estado francés. 2022. 137’  Dtor.: Rodrigo Sorogoyen. Guion: Isabel Peña y Rodrigo Sorogoyen. Prod.: Ibon Cormenzana, Rodrigo Sorogoyen, Ignasi Estapé, Anne-Laure Labadie y Jean Labadie. Int.: Dénis Menochet, Marina Foïs, Marie Colomb, Luis Zahera, Diego Anido, Luisa Merelas.

Marie Colomb representa la conflictiva vuelta al medio rural.
Marie Colomb representa la conflictiva vuelta al medio rural. (NAIZ)

A Rodrigo Sorogoyen se lo disputan las productoras y las plataformas digitales, porque da igual que haga películas o series, siempre encuentra difusión y sale multipremiado. Desde que debutara en solitario con ‘Stockholm’ (2013) ha sido una carrera ascendente, con ‘Que dios nos perdone’ (2016), ‘El reino’ (2018) y ‘Madre’ (2019) como sucesivos hitos. En sus incursiones televisivas se puede decir otro tanto, y ‘La pecera de Eva’ (2010), ‘Frágiles’ (2012), ‘Antidisturbios’ (2020), o la reciente ‘Apagón’ (2022) le han convertido en imprescindible en cualquier proyecto, por lo que no ha faltado dentro de la revisión de ‘Historias para no dormir’ (2021).

‘As bestas’ (2022) no podía ser una excepción, y de acuerdo con su imagen de director de moda triunfó en el festival de Tokio, y ya en la sección Perlak del SSIFF se llevó el Premio del Público a Mejor Pelicula Europea.

Y es que el guion parte de un hecho real sucedido en una zona rural del Estado francés, por lo que la pareja protagonista ha conservado dicha procedencia, aunque la acción transcurra en la Galiza profunda. Lo que ha obligado a una coproducción tal como refleja el reparto encabezado por Dénis Menochet, Marina Foïs y Marie Colomb. Y si estos extranjeros son vistos por los lugareños como invasores de su territorio, igualmente se puede calificar de apropación por parte de Sorogoyen de ciertos temas y estilemas del «novo cinema galego», en especial del corto de Jaione Camborca ‘A rapa das bestas’ (2017) y del largo de Xacio Baño ‘Trote’ (2018).

Aún así, Sorogoyen rompe con la idealización de la vida en el campo, al abordar las tensiones y conflictos que se generan entre la población local y la nueva generación que recupera el agro como medio de subsistencia, rehabilitando casas y la cria del ganado. Los recién llegados no quieren turbinas eólicas y sus vecinos sí están por vender.