Ramón Sola

Goia llama «situación normal» a cerrar La Sirena a personas sin hogar por una reserva

La noticia de que el albergue La Sirena ha estado cerrado tres noches de mucho frío por una reserva turística, dejando sin refugio a un centenar de personas sin hogar, ha suscitado incredulidad. Pero es algo «normal», según ha dicho este martes Eneko Goia y se constata en la realidad.

El edificio La Sirena, en la subida a Igeldo.
El edificio La Sirena, en la subida a Igeldo. (Jon Urbe | Foku)

«La situación actual es la normal, es la situación normal que suele tener el albergue de La Sirena durante todo el año». Así ha despachado este martes, en su rueda de prensa semanal, el alcalde de Donostia, Eneko Goia, una pregunta sobre esta cuestión que ha provocado revuelo estos últimos días en la ciudad.

La primera señal de alarma se produjo el jueves, cuando la red ciudadana Harrera Sarea dio a conocer que la instalación ubicada en la subida a Igeldo había sido cerrada como dispositivo invernal para personas sin techo, en un momento en que estaba acogiendo a cerca de un centenar y en unas madrugadas con temperaturas muy frías.

«¿Dónde está la lógica? ¿Se puede jugar de esta manera tan frívola con la salud de las personas? ¿Hay que buscar cuál es el pronóstico que diga que sube un grado y, ya está, podemos chapar La Sirena?», se preguntó Harrera Sarea.

Ese mismo día, horas después, el Ayuntamiento confirmó este cierre, que justificó en que el edificio está habilitado como «local de frío extremo» y añadiendo que el Consistorio ofrece plazas de alojamiento para más de 300 personas en otros recursos de la ciudad, así como ayudas para poder alquilar una habitación.

Lo que no dijo, y esto agravó la polémica sobre su decisión, fue que las personas sin hogar habían quedado desprovistas de este servicio porque en La Sirena había una reserva turística desde jueves a sábado, en concreto de un grupo de excursionistas llegados del Estado francés. SOS Racismo informó de ello el domingo y tildó lo ocurrido de «escándalo».

Tras apuntar que en esas noches en que estuvo cerrado para personas sin hogar se llegaron a registrar temperaturas mínimas de 2 grados centígrados, SOS Racismo preguntó cuáles son los criterios del Ayuntamiento para considerar que existe «frío extremo».

Efectivamente, una vez concluida esa reserva turística el albergue fue reabierto el domingo noche para personas sin hogar. NAIZ Irratia estuvo allí este lunes y entre otras personas entrevistó a Omar, de 29 años, uno de quienes allí pernoctan, que insistió en el mensaje de que «pedimos que se abra todas las noches. Aquí venimos muchas personas migrantes con niños, en familia. En el albergue tenemos ducha, comida y seguridad».

Efectivamente habitual

Este martes la cuestión ha llegado a la rueda de prensa semanal de Eneko Goia, pero el alcalde de Donostia no ha mostrado gran interés en hablar del tema. Ha resulto el interrogante respondiendo que esta «es la situación normal que suele tener el albergue de La Sirena durante todo el año». Una situación que efectivamente ahora ha saltado a primer plano mediático pero que ya llevaba tiempo siendo denunciada por Harrera Sarea o SOS Racismo.

Hace ahora un año, por ejemplo, esta red tuvo que salir a la palestra el 23 de enero para reclamar que se abriera La Sirena ante las bajas temperaturas que se preveían. «¿Quién puede afirmar, sin rubor, que esta noche no hace frío como para ofrecer un techo a quienes no lo tienen? No creemos pecar de populistas si decimos que tal afirmación viene de quien tiene asegurado techo y calor», apuntó.