«Los recursos son limitados, no tenemos recursos ilimitados y estos se enmarcan en los presupuestos. Llevamos el incremento del 2,5 % para los empleados públicos que se suman a los incrementos de hasta ahora. Esta subida ya supone más de 60 millones de incremento. En este contexto de negociación no contemplamos ningún otro incremento genérico al conjunto de empleados públicos», ha asegurado este mediodía el consejero navarro de Interior y Función Pública, Javier Remírez.

Los sindicatos  LAB, CCOO, ELA, UGT y Steilas convocaron este lunes un paro para el miércoles de la semana próxima. La movilización coincide con el día de huelga en Osasunbidea, promovida por las ramas sanitarias de estas centrales, más USAE, sindicato corporativo de los auxiliares. Será, por tanto, una movilización con pocos precedentes. 

El paro se llevará a cabo dos días antes de la reunión de la Mesa General. Allá deberá tratarse la propuesta de subida al colectivo médico de 400 euros, que en buena medida ha acabado detonando la movilización. Los salarios –denuncian los sindicatos mayoritarios de la Administración– han sido un tema tabú en las negociaciones desde hace una década, por lo que no comprenden por qué el Gobierno se abre ahora a tocarlos después de un movimiento casi de lobbista del estamento médico. 

Remírez se cierra a tomar decisiones que afecten a todo el colectivo, pero admite que podrían darse otras mejoras en colectivos concretos, como policías y médicos. 

Frente a este bloqueo formal, el martes se celebró el primer encuentro entre los sindicatos sanitarios que han llamado a la movilización del día 15 y que ambas partes valoraron como productiva. Este foro de negociación comité de huelga-Gobierno se retomará el lunes. 

Mientras tanto, el Gobierno asegura que la huelga de médicos que transcurre en paralelo a estas negociaciones está perdiendo fuelle. Según el balance ofrecido ayer, el nivel de seguimiento habría caído por debajo del 4%. Siempre según esta fuente, la adhesión a la protesta se habría desplomado a menos de la mitad tras la primera semana. 

Desde el lunes de la semana pasada, el Gobierno no se ha movido en su oferta. Además del citado aumento, Salud admitiría un tiempo de atención a cada paciente de 12 minutos, y se mantendría el régimen de exclusividad.