
Un grupo de estudiantes vascos y aficionados del Athletic que residían en Madrid impulsó la fundación del actual Atlético. Nació a finales de abril de 1903 y la primera denominación fue Athletic Club Sucursal de Madrid. A pesar de contar con una directiva propia, ejercía como una especie de filial y hasta compartían jugadores en torneos como la Copa de 1904 que ganó el equipo vizcaino. Asimismo, ambos conjuntos jugaban con los mismos colores que el Blackburn Rovers inglés. Camiseta arlequinada, con una mitad blanca y la otra azul y pantalón azul.
En 1907 se inició el proceso para desvincularse del equipo bilbaino al registrarse como Athletic Club de Madrid. Sin embargo, siguieron manteniendo relaciones y el conjunto vasco convocaba a jugadores del equipo madrileño. Así, una casualidad conllevó el cambio de colores de ambos equipos. A finales de 1909, aprovechando que tenía que realizar un viaje a Inglaterra, al jugador Juan Elorduy le encargaron que comprara camisetas del Blackburn Rovers. No lo consiguió y regresó con las rojiblancas del Southampton. El equipo bilbaino empezó a utilizarlas en 1910 y al año siguiente lo hizo el madrileño y, para diferenciarse del conjunto vasco, mantuvo el pantalón azul.
Con motivo del 125 aniversario del Athletic, el Atlético ha tenido el detalle de ceder al equipo bilbaino la posibilidad de jugar esta tarde (18.30 horas) en el Metropolitano con la camiseta rojiblanca. Según explicaron al comunicar la iniciativa, se trata de un «sentido homenaje» para el «club fundador de nuestra entidad». No será la primera vez ya que en 1990 también jugó de rojiblanco el equipo bilbaino en su su visita al Atlético.

Con el paso de los años, el conjunto de la capital española fue reduciendo sus vínculos y comenzó a gestarse su rivalidad con el Real Madrid. En 1917 creó su propio escudo incorporando el oso y el madroño madrileños y desde 1921 funcionaban de facto como independiente, pero fue en 1924 cuando se aprobaron los estatutos en los que no se mencionaba ninguna relación con la entidad bilbaina.
El Athletic Club de Madrid fue uno de los diez clubes fundadores de la Liga en 1928 y el Atlético ocupa el tercer lugar en el ránking histórico de puntos por detrás de Real Madrid y Barcelona.
Asimismo, a partir de 1912 el Athletic empezó a aplicar su particular «filosofía» y, en un principio, tan solo jugaba con futbolistas vizcainos y dejó de citar jugadores del equipo madrileño.
Garate, leyenda colchonera y athleticzale
Esa política deportiva impidió que jugadores como Miguel Jones y Chus Pereda que despuntaron con el Indautxu a finales de la década de los 50 pudieran jugar en el equipo bilbaino. Jones, nacido en Guinea pero crecido en Bilbo, terminó recalando y triunfando en el Atlético. Otros mitos del equipo bilbaino como Andoni Goikoetxea acabaron su carrera a finales de los ochenta o Javier Irureta fue fichado por el Athletic desde el conjunto madrileño en los setenta. Jóvenes formados en la cantera de Lezama como Julio Salinas y Patxi Ferreira harían el camino a la inversa. El Atlético ha invitado al partido de este domingo a todos los jugadores que han pasado por ambos equipos.
Si hay un caso curioso y que dio mucho que hablar en su época fue el de José Eulogio Garate Ormaechea. Leyenda del Atlético, con sentimiento athleticzale desde la cuna, y que no pudo jugar en Bilbo, pese al interés suscitado.

Garate era de Eibar, pero había nacido en 1944 en Buenos Aires al ir a visitar sus progenitores a su familia, que tuvo que exiliarse tras el alzamiento franquista. Inició su carrera jugando con el equipo de su pueblo en Tercera. Llegó a marcar 31 goles en 32 partidos en la temporada 1964-65 y fichó por el Indautxu, equipo dirigido por el mítico Daucik que también entrenó al Athletic y estaba en Segunda. Según revelaba en una entrevista en la revista Libero, le permitieron seguir estudiando en la Escuela de Ingenieros y, por eso, se decantó por el equipo bilbaino. Volvió a destacar por su capacidad goleadora y lograría 17 goles en 26 partidos.
El Athletic le seguía y Piru Gainza se reunió con el jugador. Sin embargo, había un problema burocrático para poder realizar el fichaje y se generó una gran frustración. Garate explica en la conversación con el periodista Santiago Segurola que a los 18 años escogió la nacionalidad argentina para no tener que hacer el servicio militar. Pidió al Athletic que resolviera esa situación, pero no pudo conseguirlo al depender de la capitanía general de Burgos que no estaba por la labor. En cambio, el Atlético sí que lo pudo hacer. En 1939 se había aliado con el Ejército del aire y pasó a denominarse Atlético Aviación. Gracias a esa relación logró que Garate no tuviera que hacer la «mili» y el delantero vasco se convirtió en una leyenda colchonera logrando 153 goles en 354 partidos y tres galardones Pichichi consecutivos.
Las relación y el vínculo emocional entre los dos equipos se fue distanciando con el paso de los años. La ideología ultraderechista que pulula en las gradas del equipo madrileño y el carácter «marrullero» de muchos jugadores que han pasado por el Atlético también ha amplificado las diferencias. El pisotón de Simeone a Julen Guerrero permanece incrustado en la memoria. Valverde nunca le ha conseguido ganar como técnico de los leones y el argentino ha demostrado que le tiene bien tomada la medida al Athletic. Al igual que Griezmann, que lleva 13 goles en 29 partidos contra los bilbainos, y marcó el gol del triunfo para su equipo en San Mamés en la primera vuelta.

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