El Athletic de Valverde se ha descompuesto por completo en el último mes. Apenas ha sumado cuatro puntos en siete partidos en los que ha encajado cinco derrotas. A su vez, ha recibido doce goles y tan solo ha marcado cuatro goles, dos de ellos de penalti. Unos números muy negativos para afrontar con garantías el tramo decisivo del campeonato.

Las ausencias de jugadores importantes como Iñigo Martínez, Yeray y Dani García explican parte de los problemas en defensa. En el plano ofensivo, los futbolistas más desequilibrantes, como pueden ser Sancet y Nico Williams, no han sido capaces de encontrar la regularidad y ofrecen su calidad con cuentagotas. También han tenido sus altibajos Iñaki Williams y Berenguer, mientras Muniain y Raúl García han perdido mucho protagonismo. Guruzeta tampoco ha podido ser ese delantero de referencia.

A su vez, sigue siendo imposible rentabilizar las llegadas que se generan y el equipo se ha quedado sin marcar en más de la mitad de partidos en San Mamés. Es un dato que pone en evidencia que el equipo ha fallado en casa, a pesar de contar con el impulso de la grada popular y aumentar la asistencia al estadio.

Menos puntos que con Marcelino

La derrota en el descuento ante un Elche ya descendido fue el resumen de una temporada exasperante. El equipo se volcó en busca del triunfo y una mala entrega de Simón concedió un contragolpe que acabó en gol. Una debilidad competitiva que aflora en la falta de mentalidad para afrontar los momentos clave. La afición respondió con una sonora pitada que deslució la despedida de Balenziaga. El jugador no se merecía acabar así y el club tampoco fue capaz de reaccionar.

👏 Uno de los nuestros para siempre.

𝗠𝗶𝗸𝗲𝗹 𝗕𝗮𝗹𝗲𝗻𝘇𝗶𝗮𝗴𝗮

🤝 Eskerrik asko por todo lo que nos has dado durante estos años. #AthleticClub 🦁 pic.twitter.com/D5HxhB3P9J

— Athletic Club (@AthleticClub) May 28, 2023

El conjunto rojiblanco sigue teniendo opciones de entrar en Europa, aunque depende de una carambola. Necesita ganar en el Bernabéu y que Osasuna no se imponga al Girona. Después de lo visto, parece una quimera poder cumplir con el objetivo europeo y está por ver si eso obligará a tomar medidas. El director deportivo, Mikel González, ha justificado la apuesta por Carlos Gurpegui para el Bilbao Athletic en que es el técnico de Lezama que más se asemeja al estilo de juego de Valverde. Asimismo, ha acompañado al entrenador en la sesión matinal de este lunes en Lezama.

Valverde fue renovado en febrero tras alcanzar las semifinales de Copa. Se presentó como una forma de dar estabilidad y confianza al proyecto. El equipo ya había empezado a ofrecer síntomas preocupantes tras marcharse al parón por el Mundial en puestos de Champions, con 24 puntos en 14 jornadas. Después, apenas ha sumado 26 puntos en los siguientes 23 partidos.

En comparación con el último curso con Marcelino, el Athletic ha mejorado en la faceta goleadora. Lleva marcados 46 goles a falta de una jornada por los 43 que consiguió el año anterior. Sin embargo, ha recibido 42 tantos frente a los 36 con el asturiano. Valverde no va a poder superar a Marcelino en la puntuación final. Alcanzó los 55 puntos y a falta de una jornada tienen 50. En Copa tampoco pudo superar las semifinales.

El proyecto deportivo liderado por la Junta de Uriarte pretendía dar un salto hacia adelante, crecer y consolidarse en la parte de arriba. Sin embargo, ha experimentado un declive durante la temporada, acentuado en este tramo final, que provoca dudas sobre el rumbo escogido.

La incertidumbre acecha también en cuanto a la confección de la próxima plantilla. Se ha renovado a Sancet, De Marcos, Lekue y Morcillo y se da por hecho el regreso de Iñigo Ruiz de Galarreta. Los «fichajes» de Herrera y Capa no han aportado y se desconocen los criterios para la continuidad, o no, de jugadores como Raúl García, Iñigo Martínez y Zarraga. A los más veteranos se les vio haciéndose fotos con sus allegados en el que pudo ser su último partido en San Mamés.

La forma en la que se ha gestionado el Bilbao Athletic tampoco invita al optimismo porque el rendimiento de las promesas ha involucionado. Tampoco se ha podido recurrir al filial para cubrir ausencias en el primer equipo. Al mismo tiempo, más allá de lo que supone el descenso del segundo equipo en un club que presume de cantera, se ha esquivado dar explicaciones sobre las decisiones hasta que las críticas han obligado a anunciar una comparecencia terminada la temporada.