
Bajo el lema ‘Ninguna persona es ilegal’, medio centenar de personas se han movilizado en el puente Frank Gehry que une Deustu con Deustuibarra para denunciar la criminalización a migrantes y el «racismo institucional» tras la detención los últimos días de 13 personas sin papeles que vivían en un edificio abandonado del barrio convertido en isla.
«Una vez más, la Ribera de Deusto es escenario de la brutal intervención de la policía contra las personas más vulnerables. Trece personas han sufrido detención por el simple hecho de no tener papeles y estar en “situación irregular”, para posteriormente proceder a la tramitación de sendos expedientes de expulsión», han explicado SOS Racismo, Deustuko Erriberako Janari Saskia y Ongi Etorri Errefuxiatuak, convocantes de la protesta.
Según han señalado, esto supondrá que cualquier proceso de regularización que hayan comenzado «se paralizará y se alargarán los plazos, que ya de por sí son eternos».
Aseguran además que ninguna de esas trece personas tenía antecedentes penales y que «su único delito es ser migrantes, no tener un techo y haber ocupado un edificio abandonado».
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