Imanol Intziarte

Reclaman que el centro de día de la Parte Vieja de Donostia abra también los fines de semana

Familiares de personas usuarias de este centro, gestionado por la Fundación Matia, plantearon su solicitud el pasado septiembre, pero denuncian que «nos están dando largas» y que además tras la pandemia se han recortado tanto los horarios como el uso de algunas partes del edificio.

El centro de día de la Parte Vieja de Donostia se halla ubicado en el número 19 de la calle Fermín Calbetón.
El centro de día de la Parte Vieja de Donostia se halla ubicado en el número 19 de la calle Fermín Calbetón. (NAIZ)

La Parte Vieja de Donostia es el entorno en el que miles de personas, locales y foráneas, disfrutan de su tiempo de ocio, especialmente los fines de semana. Sin embargo, hay un grupo de residentes en el barrio que cuando llegan el sábado y el domingo se quedan sin su espacio de socialización y esparcimiento.

Son los usuarios y usuarias del centro de día Elizaran, ubicado en el número 19 de la calle Fermín Calbetón y gestionado por la Fundación Matia. Tres familiares de estas personas mayores, Lide, Mariasun e Iker, explican a NAIZ que su principal reclamación es la apertura durante los fines de semana, una posibilidad que no se les ha ofrecido desde que se abrió este centro en 2007 y que «sí se oferta en el resto de centros de Donostia».

Su demanda cuenta con el respaldo de la asociación de vecinos Parte Zaharrean Bizi y de la asociación de jubilados Kai Alde. El otoño pasado las familias interesadas comenzaron a informarse sobre si era viable y descubrieron que en la documentación se recoge esta opción desde el momento en que se puso en marcha el servicio.

«En una de las primeras reuniones nos dijeron que no les salía rentable, y les respondimos que ‘perdona, pero esto es un servicio social, ¿de qué estamos hablando?’», apunta uno de los familiares. «Nos están dando largas, hace dos meses que tuvimos la última reunión. También nos dijeron que no había demanda suficiente, pero ya hemos demostrado que sí», añaden.

Esta carencia se suma a «los recortes habidos después de la pandemia». Por ejemplo, el horario de cierre pasó a ser de las 19.00 a las 18.00. También se dejó de utilizar la planta del sótano, por motivos de seguridad. Y tampoco se puede acceder a la espaciosa terraza de la azotea, un lugar en el que disfrutar del aire libre y cuyo cierre atribuyen a «la falta de personal». El edificio completo está gestionado por Matia y acoge también apartamentos tutelados y unidades de convivencia.