El 78,9% de la población navarra está preocupado por el cambio climático y su influencia en la vida cotidiana, según constata el ‘Ecobarómetro’ que hoy han presentado el presidente del Parlamento navarro, Unai Hualde, y la vicerrectora de Proyección Universitaria de la UPNA, Begoña Eransus.

Se trata de una encuesta telefónica realizada a 1.064 habitantes de Nafarroa mayores de 18 años.

El ‘Ecobarómetro’ aporta datos como que tres de cada cuatro navarros (74,6%) están muy o bastante preocupados por el medio ambiente. Paradójicamente, el 62,5% de la población considera que la situación del medio ambiente en Nafarroa es buena, mientras que un 10% la califica de regular y para el 27,4% es mala.

La mayoría de la población, un 53,5% considera que la situación del medio ambiente en Nafarroa empeorará en los próximos años, frente a un 27,4% que es optimista sobre esta evaluación.

Los problemas medioambientales más señalados por las personas entrevistadas son la contaminación, los residuos, el cambio climático y la falta de civismo.

Reducir residuos, acción más prioritaria

La reducción de residuos, con un 85% es la acción que se considera más prioritaria para defender el medio ambiente, seguida de separar la basura para el reciclaje (85%), la compra de productos locales (82,8%), el uso del transporte público frente al coche (81,6%), considerar los aspectos medioambientales a la hora de realizar un gasto importante (73,5%), la reducción del consumo de energía en el hogar (66,9%), la compra diaria de productos ecológicos (46,5%) y la adquisición de un coche eléctrico, aunque sea más caro (30,4%).

En esta línea, el 88% de las personas entrevistadas señalan que están dispuestas a modificar su nivel de vida para proteger el medio ambiente, y un 65,2% dice que se mostraría favorable a pagar más impuestos para la protección del medio ambiente.

Preguntados sobre las acciones que han llevado a cabo por motivos ambientales en los últimos seis meses, el 83,4% dice que han separado la mayoría de los recursos de manera frecuente, pero el porcentaje baja hasta el 53,6% a la hora de evitar adquirir productos excesivamente empaquetados.

Asimismo, el 87,3% manifiesta que ha adquirido productos de origen local de manera frecuente en los últimos seis meses, destacando que la proximidad del producto es uno de los factores más importantes a la hora de realizar una compra.

En el ámbito de la movilidad, el 54,7% señala que ha elegido una forma de transporte respetuosa con el medio ambiente de manera frecuente. Entre ellos, el más utilizado es la bicicleta o andando (71,4%), seguido de conducir de manera que se reduzca el consumo de combustible (61,3%), el transporte público (48%), compartir coche (38,1%) y el uso del coche eléctrico (7%). 

Educación como acción medioambiental

Preguntados sobre cuáles deberían ser las acciones medioambientales que se deben tomar como sociedad, las respuestas son educativas en un 96,6%, seguidas de incentivos económicos a empresas que reduzcan su impacto ambiental (90%), la elaboración de políticas ambientales en tanto que oportunidad económica de futuro (89,9%), la elaboración de leyes medioambientales más estrictas (87,3%), restringir el acceso de vehículos contaminantes a determinadas zonas urbanas y crear zonas de cero emisiones (77,7%) y dar más peso a las asociaciones ecologistas en el proceso de tomas de decisiones (76,4%).

Curiosamente, un 58,8% está a favor de reducir las políticas medioambientales para favorecer las políticas sociales y el fomento del empleo, mientras que el 37,1% está en contra.

La preocupación por el cambio climático y su efecto en la vida cotidiana alcanza el 78,9% de las personas entrevistadas, con un 80,3% que dice que toma medidas contra el cambio climático.

El 55,6% opina que el cambio climático está causado por el ser humano. Un 41% considera que es una combinación de causas naturales y la acción humano y solo un 3,4% opina que se debe exclusivamente a causas naturales.

Un 87,6% considera que tienen la capacidad para contribuir a reducir las consecuencias del cambio climático, mientras que un 7,3% piensa que no tiene sentido intervenir.

El 84,8% piensa que el estilo de vida influye en el cambio climático, mientras que un 14,4% no está de acuerdo con esta afirmación.