Doce detenidos y 44 imputados es, por ahora, el balance de un operativo de la Guardia Civil y la Policía española contra la distribución de pornografía infantil a través de grupos de Whatsapp. Uno de los arrestados es un niño de 14 años de Donostia, al que se acusa de gestionar el ordenador principal.

La operación arrancó en noviembre tras la alarma de unos padres y madres en centros educativos alertando de los mensajes que estaban recibiendo los menores, que eran agregados a los grupos sin su autorización.

La investigación ha permitido detener a un menor de 14 años que desde su domicilio en Donostia presuntamente gestionaba el «ordenador principal» desde el que «se inició y dinamizaba las acciones» delictivas, así como un teléfono móvil usado también para la difusión y «múltiples archivos de vídeo y foto de alta intensidad donde se utilizaban a bebés, prepúberes y menores de edad con sexo explícito con adultos y otros menores».

Este joven mantenía presuntamente una conversación simultánea con cien perfiles de una conocida red social, distribuyendo el material pedófilo mediante un programa informático creado ‘ad hoc’, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado. Asimismo, se han intervenido varios terminales móviles para la difusión del contenido pedófilo obtenido de la Deep Web o internet oculta.

También en Iruñea

Según ha informado la Guardia Civil, la operación arrancó el pasado mes de noviembre cuando se conoció a través de medios de comunicación la existencia de varios grupos en un canal de mensajería instantánea, cuyos destinatarios eran menores de edad, en los que se distribuía contenido pornográfico, así como mensajes de odio, racistas, homófobos y fascistas.

Los especialistas en investigación tecnológica lograron llegar a la identificación de las personas que se encontraban detrás de los ‘nicks’ encargados de la difusión, que operaban desde dos capitales vascas –Donostia e Iruñea– y tres localidades españolas: Toledo, Dos Hermanas (Sevilla) y Madrid.

Fueron centros educativos vascos los que alertaron a los progenitores mediante circulares de los mensajes que estaban recibiendo los menores, quienes eran agregados a los grupos sin su autorización. La investigación ha estado dirigida por el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Colmenar Viejo (Madrid), después de que la primera denuncia se pusiera en el puesto de la Guardia Civil de Tres Cantos.