
SASKI BASKONIA 93 - TRIESTE 76
Se acabó la pretemporada para Saski Baskonia. El tradicional Araba Saria ha sido un partido más que vistoso en el que los 4.219 espectadores reunidos en el Buesa Arena han podido pasar una tarde entretenida viendo a los gasteiztarras correr, disfrutar, cometer errores y también superar un mal arranque para imponerse con claridad.
Pablo Laso ha experimentado en su plantilla todo lo que ha podido y más, y seguramente haya extraído más conclusiones que cualquier pieza periodística, pero es de suponer que la imagen que su equipo ha dejado en este último envite antes de que arranque la temporada ha debido dejarlo razonablemente satisfecho. Cierto que jugadores como Jaramaz o Moneke no han estado del todo finos, que Donta Hall es espectacular pero sufre para cerrar el rebote, que Trent Forrest y Kamar Baldwin tienen que asentarse en el juego del equipo baskonista, pero más allá del resultado, la imagen ha sido de un equipo en construcción, pero lejos del conjunto desangelado que salió apaleado del Martín Carpena hace un par de semanas. Todavía son muchas esas 16 pérdidas, pero la evolución del equipo es un hecho. Habrá que ver hacia qué destino.
Markus Howard con 22 puntos, 13 para Donta Hall y Tim Luwawu-Cabarrot –11 al descanso– y 10 para Trent Forrest han sido los jugadores más destacados en la faceta anotadora, aunque este duelo ha tenido otros puntos donde fijarse, además de la anotación.
Enfrente estaba un Pallacanestro Trieste sin sus dos jugadores referenciales ni su primer entrenador. Y aunque excesivamente enamorado del triple –los 33 bombazos del Baskonia se han quedado cortos ante los 42 de su rival–, ha sabido pelearle el partido al Baskonia, sobre todo en la primera mitad, donde los de Pablo Laso han tenido que emplearse. Tras el receso, la mejoría en la solidez defensiva gasteiztarra y el desacierto italiano desde lejos han facilitado un resultado más abultado para un bonito fin de fiesta.
Experimentos en el parqué
Markus Howard ha saltado en el quinteto titular en el puesto de base, con Luwawu-Cabarrot autor de la primera canasta, un triple que ha hecho ponerse en pie a los espectadores. Con todo, la ausencia de un base puro ha descontrolado el juego baskonista en esos primeros minutos, con malas selecciones de tiro y pérdidas, ocasión que el Trieste se ha adelantado 12-19 a golpe de triple, a veces abusando del tiro exterior.
Con todo, se han visto algunas intenciones en el juego baskonista, como abandonar la idea del cambio automático de asignación defensiva que tan to se ha ido viendo en los últimos años, o la capacidad atlética de Donta Hall, que ha regalado un par de mates espectaculares ya en el primer cuarto, uno de ellos para completar el rebote ofensivo.
Tras el 12-19, Nikos Rogkavopoulos y Trent Forrest han ingresado en la cancha y aunque Forrest, en su primera experiencia en el basket FIBA, está siendo uno de los jugadores del Baskonia más criticados, y más ejerciendo de base, ha ordenado y mejorado sensiblemente el criterio del juego gasteiztarra.
No por ello se ha perdido velocidad de ejecución, ya que los ataques de los de Pablo Laso raras veces han agotado los 24 segundos de posesión. Los espacios interiores que se crean con la inclusión de Rogkavopoulos en el puesto de ala-pívot han aumentado el rango de tiro y la libertad para las continuaciones de los pívots puros. Así las cosas, un parcial de 17-6 ha propiciado que el bando local haya terminado el primer cuarto ganando por 29-25, con un último enceste de Raieste sobre la bocina. Tim Luwawu-Cabarrot ha firmado 11 puntos en estos diez primeros minutos.
El segundo asalto ha sido el del despegue baskonista. Primero, porque Markus Howard puesto en su lugar, en el de escolta, ha comenzado a carburar y se ha ido al descanso con 12 puntos, sumando 10 puntos en este segundo acto. Asimismo, ha seguido el tiroteo mutuo en el que los ataques han decidido aprovechar sus primeras ventajas sin dedicarse a amasar el balón. en esas lides ha destacado también un Raieste mucho más entonado, no solo por el acierto, sino por el aplomo que ha mostrado el estonio en la pista. Un aplomo que, normal por otro lado, ha echado en falta Ousmane Nsdiaye, probatura de Pablo Laso en el puesto de pívot puro, algo para lo que el jugador senegalés adolece de falta de peso, una tara que se ha visto también en el propio Donta Hall, lo cual le ha supuesto al Baskonia sufrir para cerrar el rebote defensivo.

Mientras, el Trieste ha continuado con su intento de acribillar a los gasteiztarras a golpe de triple, lo cual ha dejado en la retina un 57-48 al descanso, con Howard, Luwawu-Cabarrot y Hall como principales anotadores del Baskonia –y 17 triples intentados al descanso–, ante un Trieste con Francesco Candussi y Jarrod Uthoff –jugador con experiencia en la ACB y a quien el Baskonia tanteó en su día– como jugadores más destacados –y 26 triples intentados en 20 minutos–.
El factor Diop
Se han aplacado los ardores anotadores tras el descanso, algo que ha servido para catapultar a Saski Baskonia para ganar el Araba Saria, que a nadie le amarga un dulce.
Cerrar el rebote defensivo ha seguido siendo una pesadilla, sobre todo cuando Khalifa Diop no ha estado en cancha, porque el pívot senegalés, que el año pasado viviera un calvario con las lesiones, ha sido uno de los factores del Baskonia.
En la retina seguramente quede su penetración con posterior mate que ha puesto en pie al Buesa Arena, superando a su par en una jugada veloz y hábil, pero además ha demostrado tener potencial para ser un ancla defensiva. Móvil, fuerte para sostener el contacto y con una alegría en el juego mucho mayor que hace doce meses, Diop ha podido empezar a sentar las bases de volver a recordar a aquel que fue el MVP de la Eurocup con Gran Canaria, por más que el rival no haya sido de mucha entidad y la temporada aún ni haya comenzado.
Una curiosidad de este partido es que Pablo Laso no ha solicitado ni un solo tiempo muerto, aunque no por ello ha dejado de hablar, ordenar, aplaudir o exigir a sus jugadores. También ha ensayado estructuras con dos bases, con Rogkavopoulos jugando de alero puro, con Ndiaye y Diop como pareja interior y otras variantes más.
Con un resultado de 78-62 al final del tercer acto, el partido ha quedado visto para sentencia. En cualquier caso, el conjunto gasteiztarra no ha bajado el ritmo, por más que durante varios minutos el duelo ha tendido al correcalles.
La renta baskonista ha llegado hasta la veintena, cerrando la pretemporada con una imagen bastante aceptable, a pesar de que los rivales que le esperan serán bastante más duros que un Trieste recién ascendido a la máxima división de la LEGA y a pesar de las notables lagunas que aún durante los primeros compases de la temporada va a padecer el conjunto de Pablo Laso. El técnico gasteiztarra sabe que le resta trabajo por hacer, pero su equipo sí parece ir dando pasos en el buen camino.
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