La mayoría de las habitaciones en los hospitales de la OSI Araba no tienen baños accesibles, segun ha denunciado Eginaren Eginez, la asociación de personas con discapacidad física de Araba. Lo califican de «grave situación de discriminacion» que «representa una vulneración directa de los derechos fundamentales de las personas con discapacidad».

Según explica la asociación en una nota, las personas con diversidad funcional o movilidad reducida se ven «privadas de nuestra autonomía, intimidad y dignidad durante las estancias hospitalarias». «Es inaceptable que en pleno siglo XXI, los centros sanitarios, espacios que deberían ser referentes en atención inclusiva y accesible, mantengan infraestructuras que excluyen y discriminan a parte de la población», ha lamentado.

De acuerdo con Eginaren Eginez, la falta de baños accesibles, además de una barrera física, supone «un obstáculo emocional y psicológico» que incrementa su dependencia hacia el personal sanitario o las familias. Esto, señalan, afecta negativamente a su autoestima e imagen social y en definitiva, al bienestar.

Así, han exigido al departamento de Salud del Gobierno de Lakua y a la dirección de los hospitales de la Organización Sanitaria de Araba que tomen medidas «inmediatas» para «garantizar la autonomía» de todas las personas usuarias de los centros sanitarios, por medio de la «plena accesibilidad» en todas las habitaciones, cumpliendo con la legislación vigente en materia de derechos de las personas con discapacidad.

Pacto de Salud

Por otra parte, Eginaren Eginez ha denunciado que no se ha tenido en cuenta a las personas con discapacidades físicas en el proceso para acordar un Pacto de Salud en la CAV. Por ello, reclama varias medidas al consejero de Salud, Alberto Martínez.

En concreto, quieren que se garantice una atención sanitaria segura y de buena calidad; garantizar el derecho a las prestaciones, pruebas y tratamientos en condiciones de equidad; asegurar la accesibilidad en pruebas y diagnósticos; garantizar la atención desde todas las especialidades destacando la salud sexual sobre todo para mujeres; mejorar la disponibilidad de productos de apoyo y material ortoprotésico y asegurar una coordinación «adecuada» con los servicios sociales, en especial en casos de violencia machista.