Martxelo Diaz
Aktualitateko erredaktorea / Redactor de actualidad

Goia no ve con buenos ojos calificar de franquista el Sagrado Corazón de Urgull

El alcalde de Donostia, Eneko Goia, no ve con buenos ojos la propuesta de calificar como franquista la estatua del Sagrado Corazón del monte Urgull, destacando que la propuesta de erigir este monumento es anterior a la guerra de 1936.

El alcalde de Donostia, Eneko Goia, no ve con buenos ojos la propuesta del Grupo de Simbología del Consejo de la Memoria Histórica de calificar la estatua del Sagrado Corazón del monte Urgull como «un monumento contrario a la memorai democrática» por sus connotaciones franquistas.

Al ser preguntado en su comparecencia ante los medios tras la Junta de Gobierno por esta propuesta, que se debatirá mañana miércoles en el Consejo de Memoria Histórica, Goia ha respondido que «cada uno sabrá qué prioridades y qué necesidades tiene en esta ciudad. En cualquier caso, no estoy de acuerdo con el punto de vista que expresaron».

Junto a ello, Goia ha defendido que el Sagrado Corazón es parte del skyline de Donostia y parte integrante de la ciudad. «Tiene su historia, por supuesto, pero hay varias interpretaciones. En su momento se hizo un análisis y se concluyó que la iniciativa de construir la estatua era anterior a la guerra de 1936», ha señalado el alcalde, que ha añadido que «fue un gobierno municipal franquista el que le dio posteriormente ese significado franquista».

Proyecto aceptado en 1939

Los integrantes del Grupo de Simbología acompañaron su propuesta con el acta de mayo de 1939 en la que el Ayuntamiento impulsaba la creación de la estatua con claras connotaciones franquistas.

Goia ha ido más allá en su argumentación contra la demanda de calificar de franquista el Sagrado Corazón, señalando que «el nombre de la avenida de Navarra lo adoptó un gobierno municipal franquista porque los franquistas entraron a la ciudad por esa zona. Hoy en día, en cambio, no lo entendemos así y tiene otro significado».

La postura de Goia recuerda la de otra alcalde jeltzale, Gorka Urtaran, de Gasteiz, quien en 2021, otorgó una protección especial a la Cruz de Olarizu para evitar su derribo por tratarse de un monumento franquista como reclamó el concejo.