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Ciudad de Gaza

Israel presiona a Egipto para que colabore en la limpieza étnica

El Ejército israelí siguió destruyendo grandes edificios residenciales en la Ciudad de Gaza y extendió las órdenes de evacuación para forzar el desplazamiento de su población. A la vez, chantajea a Egipto con el suministro de gas para que colabore con la limpieza étnica y hacerse con el territorio.

Restos de la torre Mushtawa, destruida el viernes por un bombardeo israelí en Ciudad de Gaza.
Restos de la torre Mushtawa, destruida el viernes por un bombardeo israelí en Ciudad de Gaza. (Omar ASHTAWY | APA-ZUMA PRESS-EUROPA PRESS)

El Ejército israelí destruyó ayer otras dos torres residenciales al suroeste de la Ciudad de Gaza, al día siguiente del bombardeo de un edificio similar. Una se encontraba a unos 500 metros y la otra a unos 700 metros de la que fue destruida el viernes.

A la vez, el Ejército amenazó a los residentes en la ciudad asaltada para que se desplazaran hacia el sector costero de Al-Mawasi, más al sur, que declaró «zona humanitaria», pero que ha convertido en un lugar inhóspito donde se hacinan miles de desplazados en condiciones precarias y que también es objetivo de sus bombardeos. Ayer mismo, a la vez que conminaba a la población a desplazarse a Al-Mawasi, mató a dos palestinos e hirió a varios más en un ataque a las tiendas de campaña de esta zona.

La nueva campaña de ataques aéreos en Ciudad de Gaza busca derruir las últimas construcciones que quedan en pie antes de hacerse con el control total de la urbe.

Amjad Shawa, director de la Red de ONG palestinas, que se encontraba muy cerca de una de las torres atacadas, relató a Al Jazeera que en el edificio había docenas de viviendas que albergaban a familias, que ahora han perdido su refugio. La Torre Soussi, era una de los más altas de la Ciudad de Gaza y una de las principales imágenes de la urbe. El complejo residencial constaba de tres torres e Israel ya destruyó una en 2024. Muchas personas que habían huido del este y del norte de la ciudad habían buscado refugio en ellas.

Otro edificio que también alberga a familias desplazadas. se encuentra igualmente bajo órdenes de evacuación.

Estos ataques están causando pánico entre los palestinos, más aún cuando apenas se les da media hora para evacuar, un tiempo insuficiente y que les obliga a dejar atrás todo.

Los que pueden huir se ven obligados a deshacerse de lo que les queda para pagar el desplazamiento, utilizan sus últimas posesiones como moneda y venden los últimos rastros de sus hogares sólo para mantenerse con vida.

«Estoy tratando de encontrar algo útil: colchones, mantas o almohadas para poder vender algunas de ellas y mantener el resto para usar en mi viaje de desplazamiento», relataba Ibrahim al-Khalili a Al Jazeera, un palestino que encontró su vivienda destruida.

Chantaje a Egipto con el suministro de gas

El objetivo de Israel, como ya ha hecho en prácticamente toda la Franja, es acabar con cualquier infraestructura para hacer inhabitable el territorio y presionar para el desplazamiento forzoso y conquistar una Franja de Gaza con el menor número posible de palestinos. En este plan, compartido por Estados Unidos, el Gobierno israelí sigue presionando a los países árabes para que colaboren, comenzando por Egipto.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dio la vuelta a su responsabilidad en la ocupación y acusó a las autoridades egipcias de «encerrar» a la población palestina en la «cárcel de Gaza».

Netanyahu señaló que «puede abrir el cruce de Rafah para que los palestinos salgan, pero Egipto lo cerraría inmediatamente», y estimó que la mitad de los gazatíes quiere abandonar la Franja, una tesis que repite constantemente su Gobierno para justificar la expulsión, y que avanza los planes de limpieza étnica.

El diario “Israel Hayom” reveló que Israel añade el chantaje energético al informar que Netanyahu y su ministro de Energía, Eli Cohen, estudian reconsiderar un acuerdo de exportación de gas a Egipto como forma de presión.

Pese a la retórica de los Estados árabes, estos siguen colaborando y manteniendo estrechas relaciones con Israel.

El 7 de agosto, la firma NewMed Energy firmó un acuerdo para exportar 130.000 millones de metros cúbicos de gas natural a Egipto hasta 2040 por valor de 35.000 millones de dólares, el mayor acuerdo de exportación en la historia del Estado sionista.

«Si quiere cancelarlo, que lo cancele, siempre y cuando pueda soportar las consecuencias», respondió Diaa Rashwan, jefe del Servicio de Información Estatal egipcio. Pero el yacimiento Leviatán que explota Israel supone una importante fuente energética para Egipto, que además reexporta en parte en forma de gas natural licuado a la UE.

Leviatán es el mayor yacimiento de gas natural del Mediterráneo y uno de los más grandes del mundo y ha otorgado a Israel una posición de fuerza sobre sus vecinos, como Jordania, a la que suministra la mayor parte del gas natural que consume.

El ministro de Exteriores de Egipto, Badr Abdelati, condenó las intenciones de Israel de desplazar a los habitantes de la Franja hacia Egipto a través de Rafah. «El cruce de Rafah es un paso fronterizo para quienes entran en la Franja de Gaza y para la ayuda humanitaria y médica. No será un paso para expulsar a los palestinos de su territorio. Esta es una postura firme y no cambiará», insistió Abdelati. «El reasentamiento de los palestinos es una ‘línea roja’ para los países árabes y no se permitirá bajo ninguna circunstancia No se les puede obligar a marcharse y decir que es una decisión voluntaria. Esto es fundamentalmente erróneo», añadió el ministro, que también reprochó a Israel su intransigencia por rechazar la propuesta de alto el fuego a la que Hamas ya dio luz verde.

 

Límites al desarme en Líbano

El Consejo de Ministros de Líbano respaldó el viernes el plan del Ejército para desarmar a Hizbulah, pero a la vez reconoció las capacidades limitadas de las Fuerzas Armadas para completarlo. «El Ejército libanés comenzará a implementar el plan, pero de acuerdo con las capacidades disponibles, que son limitadas en términos logísticos, materiales y humanos», advirtió el ministro de Información, Paul Morcos. El jefe del Ejército, Rodolphe Haykal, expuso una hoja de ruta para el desarme de Hizbulah, pero el Gobierno no divulgó su contenido. El Ejecutivo quiere completar el desarme para finales de año, pero Haykal advirtió que entre las limitaciones que dificultarán cumplir la hoja de ruta se encuentran también los ataques que Israel sigue lanzando contra el territorio libanés, vulnerando a diario el alto el fuego.

Hizbulah rechaza un desarme que va en interés de Israel y que mermará las capacidades defensivas de Líbano mientras el país sigue siendo objetivo de bombardeos y de ocupación de su territorio. Cinco ministros abadonaron la reunión del gabinete por discrepancias con el plan y propusieron una estrategia nacional para defender a Líbano frente a los ataques israelíes.