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Lakua renuncia a explorar si hay gas en Subilla

Lakua ha renunciado a explorar si hay gas en el pozo Armentia-2, en Subilla, al asumir que «carece de sentido» hacerlo cuando no hay posibilidad de explotación. EH Bildu y Unidas Podemos han expresado satisfacción por una decisión «que llega tarde». Eguzki reclama un cambio de política energética.

Zona junto al pozo de Subilla. (Juanan RUIZ/FOKU)
Zona junto al pozo de Subilla. (Juanan RUIZ/FOKU)

El Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno de Lakua ha hecho público este sábado un comunicado en el que renuncia a explorar si hay gas en Subilla, después de la aprobación en el Congreso de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que aún debe ser ratificada por el Senado.

La nueva norma, que contó con el voto favorable de los partidos coaligados en el Ejecutivo de Iñigo Urkullu (PNV y PSE), además del de EH Bildu y otros grupos del Congreso, prohibirá los sondeos y prospecciones de combustibles fósiles.

En principio, la nueva ley no afecta al permiso de exploración en Subilla porque no tiene carácter retroactivo, pero sí impediría explotar un posible yacimiento.

La explotación, «completamente descartada»

Asume el Gobierno de Lakua que con la futura norma la explotación de gas en el pozo Armentia-2 «queda completamente descartada», aunque se permita la exploración, que hasta ahora defendía.

Reconoce que, «sin posibilidad de explotación, carece de sentido» explorar la posible existencia de una fuente de energía que considera de «transición».

Por ello, el Ente Vasco de la Energía (EVE) estudiará la manera de paralizar la tramitación de la exploración, sin que esta decisión suponga una pérdida de los derechos patrimoniales que corresponden a la sociedad pública de hidrocarburos (Shesa), dependiente del EVE.

Explica Lakua que Shesa no puede hacer «dejación de sus obligaciones, ni renunciar a sus derechos patrimoniales y de gestión», en un proyecto para el que, además de unos socios, cuenta también con una autorización ambiental favorable para avanzar en la tramitación de la exploración, emitida por el propio Ministerio español de Transición Ecológica en 2019.

Este posicionamiento se da cuando el Gobierno de Urkullu mantiene recurrida ante la Justicia la denegación por parte del Ayuntamiento de Gasteiz de la licencia para la exploración por ser contraria al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad.

Lakua afirma en la nota de este sábado que, con la aprobación de la nueva ley, ya no existe debate acerca de la explotación de gas en la CAV, por lo que se debe «acelerar de manera urgente la ejecución de instalaciones de energía renovable».

EH Bildu: «Ni en Gasteiz, ni en Araba ni en la CAV»

Las reacciones de satisfacción ante la marcha atrás que ha dado, por fin, el Gobierno de PNV-PSE están llegando tanto desde el ámbito político como del ecologismo vasco.

«Hoy es un día de alegría», ha resaltado EH Bildu, que ha añadido que «el PNV y el Gobierno Vasco han cedido y se han visto obligados a abandonar este intento que estaban haciendo contra la opinión de una amplia mayoría».


«No habrá pozos de gas en Gasteiz, ni en Araba ni en la CAV», ha enfatizado el parlamentario Mikel Otero, que ha incidido en que «llega tarde, pero la noticia es bienvenida».

Y ha recordado que «esta decisión ha tardado mucho en llegar, han gastado dinero público, han recurrido a los tribunales, han intentado condicionar la ley contra el cambio climático; finalmente han tenido que reconocer que su posición era errónea y van a abandonar los planes de perforación».

Unidas Podemos: «La ley es suficientemente clara»

Unidas Podemos ha valorado esta «gran noticia» de que se dé «carpetazo» a este proyecto y que el Gobierno de Urkullu abandone su «huída hacia adelante», que «era un sinsentido, absurdo» y un «despilfarro de dinero de todos los vascos y vascas».

El diputado Juantxo López de Uralde ha precisado que «la ley de cambio climático que acabamos de aprobar en el Congreso es lo suficientemente clara con respecto a la prohibición de la extracción de hidrocarburos en todo el territorio del Estado. Y esto también incluye al pozo de Subijana».

Eguzki acoge con alegría «esta renuncia»

Eguzki, por su parte, ha recibido con «alegría» la renuncia de Lakua a continuar defendiendo la explotación del gas natural, lo que ha achacado al «esfuerzo de la ciudadanía».

El colectivo ecologista considera que hay que aprovechar la situación para impulsar «la apuesta por otro modelo energético renovable, descentralizado, de producción cercana a los puntos de consumo, y que no agrave el cambio climático y el consumo de los combustibles fósiles».

Opina, además, que se ha puesto de manifiesto que «siempre ha carecido de sentido» explorar y explotar, mediante fracking o con técnicas convencionales, yacimientos de este tipo por «la afección global a nuestro entorno, debido a las emisiones de CO2 al perforar cientos de pozos que ocuparían y contaminarían hectáreas de suelo fértil y afectarían acuíferos de importante valor».

A juicio de Eguzki, «esta obcecación e irracionalidad del Gobierno Vasco con la energía ha traspasado todas las líneas de la decencia y de continuar podría haber supuesto prevaricación, dados la apuesta política abocada al fracaso, frente a los intereses generales, la defensa del medio ambiente y la obligación de una gestión eficaz de los recursos públicos».

Los parques eólicos y la protección de la biodiversidad

En cuanto al posible cambio de política energética, Eguzki ha denunciado que, en su nota informativa de este sábado, el Gobierno de Urkullu haga mención especial a los parques eólicos en fase de información pública y alegaciones, «pues utiliza el paraguas de las energías renovables para intentar hacerlos compatibles con la protección de la biodiversidad».

El grupo ecologista advierte de que «no todas las instalaciones energéticas en espacios de gran valor ambiental se tienen que acelerar, ni se debe permitir ocultar el irreparable impacto que ocasionaría su realización, como si destruir ecosistemas fuera la única alternativa social de otro modelo energético».