NAIZ

Pablo González, en prisión provisional acusado de «actividades contra el Estado polaco»

La autoridad judicial de Polonia y el Gobierno han confirmado que el periodista vasco Pablo González se encuentra en prisión provisional. La Fiscalía le acusa de un delito de «actividades de inteligencia extranjera» contra el Estado polaco. 

Pablo González lleva detenido e incomunicado desde el lunes en Polonia.
Pablo González lleva detenido e incomunicado desde el lunes en Polonia. ((@PabVis))

El periodista vasco Pablo González se encuentra en prisión provisional en la cárcel de Rzeszów, cerca de la frontera con Ucrania, según ha informado el Consulado español en Polonia a su abogado Gonzalo Boye. El comunicador, colaborador habitual de NAIZ y de otros medios como ‘Público’ o La Sexta, fue detenido e incomunicado el lunes, sin que su defensa haya podido acceder a él.  

Boye ha detallado que le acusan de infringir el apartado 1 del artículo 130 del Código Penal de ese país, referente al desarrollo de «actividades de inteligencia extranjera contra República polaca». El delito de espionaje se castiga en Polonia con entre uno y 10 años de prisión. 

En declaraciones a ‘Resumen’, el letrado ha señalado que confían en que lo sucedido con el periodista vasco sea «un error por parte de las autoridades polacas, que por una parte no son un ejemplo de demócratas y por otra parte deben estar tremendamente tensionadas por la situación en la que se encuentran».

Comunicado del Gobierno polaco

Desde el Gobierno polaco, su portavoz, Stanislaw Zaryn, ha confirmado este viernes a la agencia de prensa Pap que al periodista se le acusa de espiar para Rusia. «El hombre fue identificado como un agente de la Dirección Principal de Inteligencia del Estado Mayor General de la Federación Rusa (GRU)», ha afirmado Zaryn en un comunicado.

El representante del Ejecutivo polaco añade que González «realizó actividades para Rusia mientras aprovechaba su estatus periodístico. Esto le permitió moverse libremente por Europa y el mundo, incluyendo zonas afectadas por conflictos armados y áreas de tensión política».

Ha precisado que «el detenido permaneció durante varios días en el Voivodato de Subkarpacia (provincia del este de Polonia)», pero no ha confirmado informaciones previas acerca de que el lugar exacto donde estuvo fue la ciudad de Rzeszów.

El Gobierno polaco acusa a Pablo González de «obtener información cuyo uso por parte de los servicios secretos rusos podría tener un impacto negativo directo en la seguridad y defensa interna y externa de nuestro país». «Se han obtenido pruebas exhaustivas con el detenido, que actualmente se está sometiendo a un análisis detallado», ha agregado.

En otro comunicado, la comandancia regional de Subcarpacia ha indicado este viernes que «el 1 de marzo, la comandancia de Rzeszów acusó formalmente de espionaje al detenido» y que, a petición del fiscal y «debido a la necesidad de garantizar el buen desarrollo del proceso, el temor a la fuga y el fraude», el tribunal acordó mantener durante tres meses el arresto en prisión de Pablo González.

Desde el lunes

González fue detenido el lunes por las autoridades polacas cerca de la frontera con Ucrania cuando desarrollaba su labor como periodista contando los efectos de la guerra. Desde su arresto, a su defensa le ha sido imposible contactar con él.  

El comunicador, especializado en Europa del Este, también fue interrogado el 6 de febrero por los servicios de seguridad ucranianos, que le acusaron de «prorruso» y le instaron a abandonar el país.

El Gobierno español, por boca de su presidente, Pedro Sánchez, informó escuetamente de que se habían realizado gestiones y que se le iba a prestar asistencia consular, mientras que el Ejecutivo de Lakua está también «pendiente de su situación». 

Otros agentes como el Instituto Internacional de la Prensa o Reporteros Sin Fronteras han reclamado su inmediata puesta en libertad. 

«Bastante nerviosos»

En nombre de sus allegados, Oihana Goiriena ha explicado a EITB que el 28 de febrero recibió una llamada de González para comunicarle que le habían detenido en Polonia y pedirle que avisara a su abogado. Desde entonces, no ha podido comunicarse.

«Estamos a la expectativa, bastante nerviosos. Con miedo a lo que vendrá y con miedo de lo que ha tenido que pasar durante estos cuatro días de incomunicación, porque no hemos tenido ninguna noticia de él», ha señalado Goiriena.

Respecto a qué ocurrirá ahora, Goiriena ha avanzado que el periodista «estará en prisión durante tres meses» y, después, «llegará el juicio en el que lo condenarán o lo absolverán».

Asismismo, ha reiterado que a Gonzalo Boyé «le están poniendo muchas trabas desde las autoridades polacas».

Respecto a su detención el pasado 6 de febrero en Kiev, Goiriena ha afirmado que entonces le acusaron de «actuar en contra de los intereses de Ucrania, remarcando su vinculación con GARA, su procedencia rusa y el conociendo del idioma ruso y del espacio post-soviético».