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Madrid - Rabat

Sánchez sucumbe a la presión de Rabat y acepta la autonomía para el Sahara Occidental

El Gobierno español ha sucumbido a la presión de Marruecos, abandonando los planes de la ONU sobre la autodeterminacióndel Sahara Occidenta y aceptando el plan de autonomía de Rabat. Madrid inicia así una «nueva etapa» de la relación con Marruecos, que el Polisario ha criticado como otro paso atrás.

El Gobierno español ha cambiado su postura respecto al Sahara y ha apoyado el plan marroquí. (Farouk BATICHE/AFP)
El Gobierno español ha cambiado su postura respecto al Sahara y ha apoyado el plan marroquí. (Farouk BATICHE/AFP)

El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha asegurado este viernes que se inicia una «nueva etapa» de la relación con Marruecos basada en el «respeto mutuo, el cumplimiento de los acuerdos, la ausencia de acciones unilaterales, y la transparencia y comunicación permanente».

Pero el encargado de comunicar ese giro ha sido Rabat, que ha dejado claro su protagonismo en la actitud española, dando a conocer la intención del Gobierno español de apostar por la propuesta de autonomía presentada por Marruecos para el Sahara Occidental. Madrid acepta esta atuonomía como «la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa».

Según la nota difundida por el Gabinete Real marroquí, Sánchez ha escrito al rey Mohamed VI una carta en la que «reconoce la importancia de la cuestión del Sahara para Marruecos» y destaca sus «esfuerzos serios y creíbles de Marruecos en el marco de las Naciones Unidas para encontrar una solución mutuamente aceptable».

El rey marroquí, Mohamed VI, en una imagen de archivo. (REINO DE MARRUECOS)

La aceptación española de la propuesta marroquí abre así una «nueva etapa» que se desarrollará, tal y como indican los comunicados del Gobierno de Marruecos, en «una hoja de ruta clara y ambiciosa», con el objetivo de «garantizar la estabilidad, la soberanía, la integridad territorial y la prosperidad de nuestros dos países», ha destacado Moncloa.

El Gobierno español reitera así la «determinación» de Madrid y Rabat de «afrontar juntos los desafíos comunes, especialmente la cooperación en la gestión de los flujos migratorios en el Mediterráneo y en el Atlántico, actuando siempre con un espíritu de total cooperación, y restablecer la plena normalidad en la circulación de personas y bienes, en beneficio de nuestros pueblos».

Por todo ello, «acoge con satisfacción» la programación de un viaje de Sánchez a Marruecos para desarrollar la hoja de ruta de esta nueva etapa, así como la invitación para que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, visite Rabat antes de final de mes.

La presión diplomática histórica de Marruecos se intensificó tras la hospitalización del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en Logroño para ser atendido por covid.

La crisis con Rabat fue seguida del paso de cientos de inmigrantes en Ceuta, interpretados como una advertencia de Marruecos sobre su papel como «gendarme» para frenar la migración hacia Europa, con la que presiona para hacer valer sus intereses.

Hace dos semanas, otro salto de la valla de cientos de personas en Melilla volvía a poner en evidencia el juego de Rabat con las personas migrantes.

«Sucumbe al chantaje»

Por su parte, el Frente Polisario ha lamentado que Pedro Sánchez «sucumbe ante la presión y el chantaje» de Marruecos al avalar su plan de autonomía como «peaje» para retomar las relaciones políticas y diplomáticas entre ambos países.

El delegado del Polisario en Madrid, Abdulah Arabi, ha afirmado en una entrevista a Europa Press que el Gobierno español lleva años «intentando agradar constantemente a Marruecos», jugando con una «ambigüedad» que no le corresponde como «potencia administradora» de un territorio pendiente de descolonización.

Para Arabi, el hecho de que el Gobierno español reconozca ahora el plan de autonomía marroquí como la opción «más realista» para resolver el futuro de la antigua colonia pone en evidencia la «hipocresía» española cuando se habla de «defender la legalidad internacional».

En este sentido, ha señalado que el plan de Rabat «es una opción, pero no es la solución», y ha reivindicado la necesidad de convocar un referéndum que contemple la autodeterminación y que el Sahara Occidental no quede bajo los designios de Marruecos.

«La solución tiene que basarse en la elección del pueblo saharaui», ha recalcado el delegado, antes de apuntar que el Estado español «tiene una responsabilidad política y jurídica» específica. Pronunciarse como lo ha hecho este viernes, ha indicado, «se contradice enormemente con su responsabilidad».

De hecho, considera que la carta de Sánchez a Mohamed VI «va a restar muchas posibilidades» al Gobierno español si realmente quiere jugar «un papel destacado» en los esfuerzos diplomáticos que intenta relanzar el nuevo enviado especial de Naciones Unidas, Staffan de Mistura, nombrado en 2021.

Arabi ha aclarado, además, que las autoridades españolas no han comunicado previamente al Frente Polisario el giro en la postura sobre el plan de autonomía de Marruecos.

Por la «independencia total», ruptura del alto el fuego

Coincidiendo con la gira que Staffan de Mistura realizó el pasado mes de enero a la zona, que incluyó los campamentos de refugiados ubicados en Tinduf, el Frente Polisario recalcó que el pueblo saharaui ya no contempla el referéndum sobre el futuro del Sahara Occidental sea «una posible solución», sino que reclama «su legítimo derecho a la independencia total».

En aquella visita, el enviado especial de Naciones Unidas se reunió, entre otros, con el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD y líder del Polisario, Brahim Ghali.

Los representantes saharauis subrayaron entonces que la región está inmersa en una fuerte tensión bélica desde que hace un año tropas marroquíes penetraran en el paso de Guerguerat, una zona desmilitarizada que, pese a ello, Marruecos y Mauritania explotan comercialmente.

El Polisario consideró la entrada de las tropas marroquíes, que pretendían desalojar a un grupo de saharauis que protestaban contra el uso de la carretera en su territorio, como una ruptura del alto el fuego firmado en 1991 y lanzó una ofensiva militar, que se mantiene, contra el muro de separación construido por Rabat en el desierto.

El giro del Gobierno español sigue la estela de los pasos dados por el expresidente de EEUU, Donald Trump, que avaló la ocupación marroquí del Sahara Occidental. Rabat respondió con el restablecimiento de relaciones con Israel.

Y el actual presidente no ha cambiado esta postura. Estados Unidos ha señalado este viernes que coincide con el Gobierno español que el plan de autonomía marroquí es «serio, creíble y realista, así como con un claro potencial para satisfacer las aspiraciones del pueblo del Sáhara Occidental».

Críticas a Sánchez

Podemos, que forma parte de la coalición de Gobierno en el Estado español, se ha desmarcado de Sánchez y ha subrayado que la «única solución» para el Sahara Occidental pasa por implementar el Derecho internacional, que pauta un referéndum, y «respetar la libre autodeterminación» del pueblo saharaui.

Los ministros Yolanda Díaz y Alberto Garzón, ambos de Unidas Podemos, se han desmarcado públicamente de la postura anunciada por Sánchez. 

Arnaldo Otegi, coordinador general de EH Bildu, también ha reaccionado en Twitter: «La única solución posible para el pueblo saharaui es garantizar su legítimo derecho a la autodeterminación, de acuerdo a las resoluciones de la ONU. El pueblo saharaui contará siempre con nuestro apoyo incondicional».

El portavoz de la coalición abertzale en el Senado, Gorka Elejabarrieta, ha acusado al presidente Pedro Sánchez de «negar al pueblo saharaui el legítimo derecho a la autodeterminación».

El PP, por su lado, ha solicitado la comparecencia de Sánchez ante el Pleno del Congreso para explicar «el cambio de posición del Gobierno» y ha considerado «intolerable» que la nueva postura no se haya consensuado con el primer partido de la oposición y ha preguntado si se ha informado de esta decisión a Argelia.

EH Bildu, ERC, CUP, BNG, PNV, Junts, Pdecat, Más País, Compromis, Nueva Canarias y Coalición Canaria también pedirán la comparecencia de Sánchez.