Con el 97% de los votos escrutados, a falta de conocer los datos el dato final, el candidato a la reelección, Emmanuel Macron, ha sido el más votado (27,41%) en la primera vuelta de las elecciones celebradas este domingo, y se disputará la Presidencia del Estado francés el 24 de abril con la candidata ultraderechista, Marine Le Pen (24,03%).

El tercer candidato más votado ha sido el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, quien ha obtenido el 21,7% de las papeletas, un resultado que no le permite pasar a la segunda vuelta. Muy por detrás quedan el otro candidato de extrema derecha, Eric Zemmour (7,02%); la candidata conservadora, Valérie Pécresse (4,73%); el candidato ecologista, Yannick Jadot (4,49%) y Jean Lassalle (3,23%). Nicolas Dupont-Aignan, Fabien Roussel, Anne Hidalgo, Philippe Poutou y Nathalie Arthaud no superan el 3%.

La participación en estos comicios ha sido del 65%, la más baja desde 2002, cuando la tasa fue del 58,45%, según datos parciales de participación de las 17.00 horas adelantados por el Ministerio de Interior francés.

Los candidatos descartados se posicionan ante la segunda vuelta

Apenas cerrados los colegios electorales a las 20:00 horas en el Hexágono, los candidatos que han quedado descartados para la segunda vuelta ya han dado consignas, más o menos claras, para el duelo Macron-Le Pen.

Así, Valérie Pécresse, candidata de Los Republicanos (conservadores); Fabien Roussel, candidato del Partido Comunista; el ecologista Yannick Jadot; y la candidata del Partido Socialista, Anne Hidalgo, han pedido el voto para Macron.

Pécresse ha matizado que, si bien ella votará «en conciencia» por Macron, no es «dueña de los votos que se han emitido en (su) nombre», pero ha pedido a sus votantes que «sopesen son seriedad las consecuencias potencialmente desastrosas para nuestro país y para las generaciones futuras de cualquier elección diferente a la mía».

Desde la izquierda, el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, ha dejado la decisión a la conciencia personal aunque ha pedido «no dar ni un solo voto a Marine Le Pen». El trotskista Philippe Poutou se ha pronunciado en similares términos: «Nuestra consigna es clara: ni un solo voto debe ir a la extrema derecha». La otra candidataa trotskista, Nathalie Arthaud, ha adelantado que ella votará en blanco porque Macron y Le Pen son «dos enemigos mortales para los trabajadores».

Le Pen ha recibido el apoyo inmediato de su gran rival y figura mediática de esta campaña presidencial, Éric Zemmour, así como del otro candidato ‘soberanista’, Nicolas Dupont-Aignan.

Primeros mensajes de Macron y Le Pen

Le Pen se adelantó a su rival al valorar los primeros datos de los sondeos, subrayando que «el próximo día 24 se juegan dos visiones de la sociedad, la de la división y el desorden o la de la unión de los franceses en la justicia social y la protección. Todos los que no han votado a Macron están invitados a sumarse a esta unificación».

«Quiero crear un Estado protector que garantice la libertad de todos. Mi ambición es unir a los franceses, convertir a Francia en una potencia de paz, un país que vuelva a tener grandeza», ha dicho la líder ultraderechista, que ha sido aclamada por sus partidarios.

Macron, por su parte, ha tendido la mano a todos los electores y se ha mostrado dispuesto a «inventar algo nuevo para unir convicciones y sensibilidades diversas» de cara a la segunda vuelta.

«No nos equivoquemos. Nada está decidido. Y el debate que tendremos en los próximos quince días es decisivo para nuestro país y para Europa», ha resaltado el centrista candidato a la reelección.