El periodista vasco Pablo González ha sido a trasladado a la prisión de Radom, situada a unos cien kilómetros de Varsovia, según ha informado el diario ‘Público’.

Desde que fue detenido el pasado 28 de febrero, González había permanecido en la prisión de Rzeszów, cerca de la frontera con Ucrania.

Según señala ‘Público’, el cambio de prisión puede facilitar las gestiones consulares españoles, que hasta la fecha han sido extremadamente limitadas. Una de las razones esgrimidas por el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, era precisamente la distancia de la cárcel de Rzeszów de Varsovia, unos 400 kilómetros, para tratar de justificar la inacción diplomática.

Asimismo, González cuenta ahora con un abogado polaco de su propia elección, después de haber sido atendido por dos letradas de oficia elegidas por la Fiscalía. En este periodo no ha podido contactar con su abogado principal, Gonzalo Boye.

González permanecerá en prisión provisional al menos hasta el 29 de mayo. En esa fecha, los jueces polacos decidirán si le mantienen en prisión o le dejan en libertad condicional con la acusación de ser un espía ruso.

El periodista vasco lleva encarcelado 53 días tras ser detenido cuando cubría los efectos de la invasión rusa de Ucrania en la frontera de este país con Polonia. En este periodo no ha podido contactar con sus allegados ni con su abogado de confianza.