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Exhuman en Jaca los posibles restos de Pedro Asua, galdakoztarra fusilado en 1938

Unos restos que con mucha probabilidad corresponden al galdakoztarra Pedro Asua Zubiaur, fusilado en Jaca en 1938, han sido localizados en la fosa común del cementerio de la ciudad aragonesa, gracias al trabajo que han realizado Aranzadi, la familia y el Ayuntamiento de la localidad vizcaina.

Josu Larrea, familiar de Pedro Asua, y Lourdes Herrasti, de Aranzadi, en la intervención de Jaca.
Josu Larrea, familiar de Pedro Asua, y Lourdes Herrasti, de Aranzadi, en la intervención de Jaca. (GALDAKAOKO UDALA)

En una fosa común de Jaca han encontrado unos restos que podrían corresponder a Pedro Asua Zubiaur, vecino de Galdakao que fue fusilado en la ciudad altoaragonesa en 1938, cuando tenía 21 años, según ha informado el Ayuntamiento de la localidad vizcaina. El hallazgo ha sido fruto de los trabajos realizados por Aranzadi, el Ayuntamiento de Galdakao y el sobrino nieto de Asua. En estos momentos, solo queda realizar las pruebas de ADN para confirmar la identidad de los restos. Se trata de la primera exhumación de estas características que se realiza en Jaca.

Desde el pasado jueves, han intervenido en el cementerio de Jaca. Las investigaciones del propio familiar Josu Larrea, el seguimiento que durante años han realizado varios miembros del Círculo Republicano de Jaca, la recogida de datos de antiguos y actuales enterradores de la localidad y los trabajos realizados por el historiador Ander Aperribai, contratado por el Ayuntamiento de Galdakao, concluyeron que Asua estaba enterrado en una fosa común del cementerio jacetano.

Tirando de los datos del libro de registros del cementerio, estos trabajos concluyeron el paradero de los restos del miliciano galdakoztarra y, por expreso deseo de la familia, el alcalde Iñigo Hernando inició el camino para poder llegar a una exhumación. El 10 de diciembre de 2021 acudieron a Jaca el propio alcalde, el historiador Ander Aperribai, el familiar Josu Larrea y el representante de Galdakao Gogora Kepa Lizarraga. Todos ellos se reunieron con el alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón, posteriormente estuvieron también con otros concejales del gobierno municipal y visitaron el lugar donde se cree reposan los restos de Asua. Se obtuvo entonces el permiso del alcalde de Jaca para una posible exhumación, después también del Gobierno de Aragón, y se continuó trabajando con Aranzadi.

El camino andado ha dado su fruto: un equipo de Aranzadi ha trabajado desde el pasado jueves hasta el sábado en la exhumación bajo la dirección de Lourdes Herrasti, junto al alcalde de Galdakao y el historiador Ander Aperribai. Josu Larrea y su familia también han ayudado en las labores de exhumación, así como varios miembros del Círculo Republicano de Jhaca, tanto ayudando en las excavaciones como facilitando todo tipo de información. El alcalde de Jaca ha acudido a ver el hallazgo y la concejala Laura Climente ha participado activamente durante todos los días del proceso de exhumación. Y el Instituto Gogora también ha enviado una representación: Ruth Cancelo.

Libro de registro

En ese trabajo en común se han encontrado restos que todo apunta a que pertenecen a Asua: siguiendo el libro de registro del cementerio, en un segundo intento se ha encontrado el emplazamiento exacto y se han encontrado los restos óseos. Como señalaba el libro de enterramientos, en una esquina de la referida fosa común había los restos de un joven menor de 25 años, enterrado solo. Para comprobar el cumplimiento de las referencias y teorías elaboradas, se buscó si había más restos en la fosa común y su orden y, tal y como indica el libro del cementerio, estaban los restos de otro joven varón, seguido de otros dos. Los restos de estos dos últimos permanecían uno sobre otro, señal de que habían sido arrojados.

Ante la constatación de las informaciones recabadas, existen muchos indicios que permiten afirmar que es muy probable que los restos hallados al borde de la fosa pertenecen a Asua. Sin embargo, Aranzadi ha recogido una muestra para aumentar la certeza y la comparará con la de su familiar más cercano: Begoña Larrea. Es sobrina de Asua.

Si esta prueba no excluye el parentesco, los restos serán trasladados a Galdakao. Hasta entonces permanecerán en Jaca, ya que han sido guardados en el cementerio, donde estaban enterrados, pero clasificados y guardados en una caja. El deseo de la familia es trasladar los restos al cementerio de Galdakao, si es posible a una zona diferenciada. Josu Larrea afirma que así se cerraría poéticamente el círculo, ya que los terrenos del cementerio de Elexalde pertenecían a la familia de Asua y significaría volver a sus tierras que, siendo Pedro hijo único, hubiera heredado.

Su sobrino nieto, Josu Larrea, supo en 2005 que su tío abuelo había sido fusilado en la ciudad aragonesa y comenzó con sus labores de búsqueda. El Ayuntamiento de Galdakao se involucró con el objetivo de intentar cumplir con el deseo de la familia en 2019, a petición de Larrea. Los expertos de Aranzadi exhumaron el viernes los restos que podrían pertenecer a su tío y, si las últimas pruebas no indican lo contrario, los restos podrán ser trasladados a Galdakao en pocos meses.

Fusilado en Jaca en 1938 con 21 años

El galdakoztarra Pedro Asua Zubiaurre fue fusilado con 21 años en Jaca, el 7 de febrero de 1938, tras ser juzgado por un tribunal militar. Nacido en 1916 en el barrio Elexalde de Galdakao, se trasladó al frente como voluntario de Izquierda Republicana nada más comenzar la guerra de 1936. Cuando Bilbo cayó en manos franquistas en junio de 1937 fue cautivo y trasladado a un batallón de trabajadores para realizar trabajos forzosos en Jaca. Tras una denuncia, fue juzgado por un tribunal militar, condenado a muerte y fusilado el 7 de febrero de 1938 en el cementerio de la citada localidad. Lo enterraron en una fosa, sin nombre.

La familia sabía que lo habían matado, pero no mucho más. En 2005, su sobrino pequeño, Josu Larrea, descubrió que su tío se había ido de voluntario y que había sido fusilado en Jaca. Se puso en contacto con el médico forense de la causa, Paco Etxeberria, y se puso a investigar. Desde entonces no ha descansado.

Es la primera vez que se realiza una exhumación de estas características en Jaca y están convencidos de que han abierto una puerta para futuras intervenciones en la fosa común del cementerio. El alcalde de Galdakao ya ha sido informado de que un familiar ha solicitado una cita con el alcalde de la localidad aragonesa para pedir la exhumación de su abuelo. Jaca tiene más de 400 personas enterradas en fosas comunes y el de Pedro Asua sería el primer caso de exhumación.