Iñaki  Iriondo
Cronista político

Los agraciados con la puerta giratoria no están en sus anteriores empresas

Cuatro de los cinco altos cargos que en esta legislatura han obtenido, por acción u omisión, el permiso de Lakua para acceder al sector privado no están en las empresas de las que salieron para acceder al Gobierno. En realidad, en varios casos, ese paso por la esfera pública ha sido un trampolín.

Olatz Garamendi, consejera de Gobernanza Pública, encargada de firmar los permisos.
Olatz Garamendi, consejera de Gobernanza Pública, encargada de firmar los permisos. (Jaizki FONTANEDA | FOKU)

A raíz de la publicación en NAIZ y GARA del paso exprés en 24 horas del director general de la SPRI Alexander Arriola a una empresa privada y relacionada con su actividad, se ha abierto el debate sobre las puertas giratorias, su legalidad, su componente ético y el papel de la Administración.

Mientras desde los partidos de la oposición se denuncia un trato de favor a determinadas personas –Alex Arriola fue presidente de la Junta Municipal del PNV de Eibar, Fátima Ansotegi concejal y parlamentaria–, el Gobierno subraya la legalidad del procedimiento.

El jueves, el responsable institucional del EBB del PNV, Koldo Mediavilla, destacó las dificultades que tienen «para que los mejores en el ámbito profesional puedan asumir responsabilidades políticas», porque, entre otras cosas, se pretende que «no puedan volver una vez ejercido su labor a la función privada profesional».

La cuestión radica en ese verbo «volver». De hecho, no es la situación de la mayoría de los altos cargos que en esta legislatura han obtenido la bula gubernamental para no tener que esperar los dos años de carencia antes de fichar por una empresa privada. Es más, hay casos en los que el paso por la esfera pública ha sido todo un trampolín.

Dos procedimientos La ley establece que, en los dos años siguientes al cese como cargo público, para contratar con una empresa privada hay que pedir permiso para no incurrir en incompatibilidad. Para ello, hay un «procedimiento abreviado» contemplado para quienes pretendan volver a la empresa anterior a acceder al cargo público en la que estarían en situación de excedencia. El procedimiento ordinario es para el resto

En esta última situación están, por ejemplo, Fátima Ansotegi. Licenciada en Ciencias Políticas y Sociología, según su currículo oficial antes de llegar al Departamento de Salud en 2013 fue parlamentaria del PNV y antes estuvo trabajando en el área de logística de la delegación vizcaina de Böhler Uddeholm Ibérica hasta 2009. Cuando dejó su cargo de viceconsejera de Administración y Financiación Sanitarias pasó en 48 horas a ser gerente global de Keralty Health, SL, empresa de Joseba Grajales, próximo al PNV, y donde también recaló su jefe, el exconsejero Jon Darpón.

También han ido a empresas distintas de las que salieron el mencionado Alexander Arriola, ex director general de la SPRI. Javier Zarraonandia, que estuvo en el Grupo Arrillaga hasta 2003, fue ocupando cargos públicos hasta ser viceconsejero de Industria y luego, en mes y medio, pasar a ser director de desarrollo corporativo de Albia Capital. Aitor Zulueta, director de Patrimonio Natural y Cambio Climático, era un «profesional libre» antes de entrar en el Gobierno, y después ha transitado por tres firmas distintas.

El caso de Ibon Etxeberria

El director de Régimen jurídico, Económico y Servicios Generales del Departamento de Salud y miembro del LABI en su momento, Ibon Etxeberria, fue cesado cuando se descubrió que se saltó el confinamiento perimetral en plena pandemia para ir a jugar al golf desde Getxo al campo de Laukariz, en Mungia.

Etxeberria obtuvo permiso para volver al cargo de gerente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Bizkaia, pero lo despidieron el mismo día que llegó, por el conflicto del golf. Los tribunales determinaron la improcedencia del despido, aunque el ex alto cargo ya había fichado por otra consultora, a la que siguió Farmaconsulting Transacciones. Etxeberría no es farmacéutico sino licenciado en derecho y máster en gestión de empresas.

 

Aitor Oregi, otro paso al sector privado en apenas 24 horas

El que fuera director de Energía, Minas y Administración Industrial hasta el 30 de septiembre de 2019, Aitor Oregi, pasó en 24 horas a ser adjunto a la dirección general de Baika Gestión.

El caso es que Oregi solicitó el «procedimiento abreviado» que prevé la normativa para los casos de «excedencia forzosa». Pero antes de llegar al Gobierno no trabajaba en Baika Gestión, sino en Rugui Azkoitia como responsable de ventas para forja y automoción entre 2014 y 2015, y anteriormente fue director comercial para vehículos industriales de la División de Forja de CIE Automotive. Baika Gestión se dedica a proyectos comerciales y está también «presente en el sector industrial».