Iñaki  Iriondo
Cronista político

Lakua hizo un gran regalo a Iberdrola y ahora carga con las ruinas de Lemoiz

El Gobierno de Lakua sigue sin tenter ningún proyecto concreto para poner en marcha en la zona de las ruinas de la central nuclear de Lemoiz, a pesar de seis años anunciando una piscifactoría y después de haber ahorrado a Iberdrola los gastos de regenerar la zona como le obligaba la ley.

Imagen de las ruinas de Lemoiz que el PNV ahorró a Iberdrola el gasto millonario de devolver a su situación original.
Imagen de las ruinas de Lemoiz que el PNV ahorró a Iberdrola el gasto millonario de devolver a su situación original. (Luis JAUREGIALTZO | FOKU)

Según anunció la consejera Arantxa Tapia a primeros de 2017, para estas fechas deberíamos estar ya degustando los exquisitos lenguados y rodaballos, salmones, truchas e incluso langostinos y gambas criados en la piscifactoría que se iba a construir en los terrenos de la cala Basordas, en concreto en las ruinas de la fallida central nuclear de Lemoiz. Decía que había inversores noruegos y franceses interesados en la operación.

En marzo de 2023 allí solo se ha criado musgo, matorrales y cabe suponer que desagradables roedores, consecuencia del inexorable efecto del paso del tiempo en una infraestructura abandonada.

Pero entre aquel noviembre de 2017 y este marzo de 2023 ha habido un cambio sustancial, Iberdrola recibió en octubre de 2019 un gran regalo por parte del Gobierno de Lakua, cuyo mérito se atribuyó personalmente el portavoz del PNV en el Parlamento Aitor Esteban. El Ejecutivo de Iñigo Urkullu maniobró ante el Gobierno de Pedro Sánchez para hacerse definitivamente con los terrenos de la central.

Aun así, lo importante estaba en que la intervención de Lakua y el PNV ahorraba a Iberdrola desmontar las ruinas de la central nuclear y sanear los terrenos que ocupa en Lemoiz para devolverlos a las administraciones públicas que se los cedieron en 1973 y 1975.

Y por si eso fuera poco, el Ejecutivo autonómico renunció oficialmente a la exigencia de cualquier tipo de responsabilidades a la empresa energética «por cargas o gravámenes ocultos y vicios o defectos ocultos».

Todo eso para qué. Pues no se sabe muy bien. Porque en la orden ministerial publicada por el BOE quedaba claro que, pese a las declaraciones propagandísticas realizadas por Arantxa Tapia, el Gobierno de Lakua no tenía ningún proyecto concreto para la zona.

Y se sigue sin concreciones

Después de seis años hablándose de piscifactorías y otros proyectos, el parlamentario de EH Bildu Mikel Otero preguntó al Gobierno si ha habido algún avance o si en el caso de que el proyecto se enfrentara a dificultades para avanzar, se ha pensado en analizar otras alternativas para el lugar.

La respuesta de la consejera Arantxa Tapia ha sido que «se han mantenido contactos con inversores potenciales. En este momento existen dos proyectos con un diseño avanzado y que supondrían una ocupación total de la zona destinada a acuicultura».

Es decir, después de seis años y del regalazo a Iberdrola, solo hay «contactos con inversores potenciales».

La casualidad de 2018

El 19 de enero de 2018, Iberdrola presentó en Madrid su disposición a renunciar a los terrenos de la ruina con la condición de devolverlos «en su estado actual, sin imputación a Iberdrola de coste alguno en concepto de demolición».

A los tres días, Lakua hacía llegar también al Gobierno español su «interés» en «hacerse con la titularidad de los terrenos afectados por las mismas así como de las instalaciones en ellos ubicadas». Así que en Madrid lo tuvieron fácil.