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Absuelto de falsas acusaciones policiales el integrante de un piquete en una huelga en Iruñea

Una persona acusada de insultar a varios policías españoles e incluso de agredir a uno de ellos mientras participaba en un piquete en Iruñea en el marco de la huelga general del 30 de enero de 2020 ha sido absuelta tras quedar en evidencia que había sido acusado falsamente.

Imagen de archivo de la manifestación celebrada en Iruñea en el marco de la huelga general del 30 de enero de 2020.
Imagen de archivo de la manifestación celebrada en Iruñea en el marco de la huelga general del 30 de enero de 2020. (Iñigo URIZ/FOKU)

El integrante de un piquete en Iruñea dentro de la huelga general del 30 de enero de 2020 ha sido absuelto tras quedar en evidencia que eran falsas las acusaciones policiales que aseguraban que había insultado a varios agentes llamándoles «perros de mierda, txakurras, hijos de puta» y gritado «no os quieren ni en Extremadura», y que incluso había agredido a uno de ellos provocándole heridas leves.

El juicio oral por la denuncia por resistencia y lesiones leves se siguió en el Juzgado de lo Penal número 2 de Iruñea y hacía referencia a unos presuntos hechos ocurridos ese día en el barrio de Sanduzelai.

En un momento dado, una dotación de antidisturbios pidió a los integrantes de un piquete que se identificaran. Según la versión policial, los miembros del piquete protestaron y les increparon, asegurando que el encausado les insultó y fue detenido tras ser tironeado por un agente. Además de los insultos, la versión policial aseguraba que había agredido a la fuerza actuante y que había lanzado un puñetazo y varias patadas a un agente causándole diversas contusiones.

Dos grabaciones desmontan la versión policial

En la sentencia, a la que ha tenido acceso NAIZ, se señala que todas estas acusaciones no han sido acreditadas. En este sentido, recuerda que el acusado negó «punto por punto los hechos que se le atribuían» y que las dos grabaciones visionadas en la vista oral «no recogen ninguna conducta del acusado coincidente con el relato sostenido por la acusación».

En concreto, indica que «no les dirigió las expresiones despectivas. Es más, no se oye voz alguna en tal sentido, sí que resulta claramente audible una voz femenina que repetidamente llama a los policías ‘hijos de puta’. Aparte de eso, lo que se aprecia es una situación de relativa tensión».

Sobre el momento de la detención, se señala que el arrestado «no intenta escabullirse entre el resto de los concentrados, ni acometió a ningún agente para eludir ser detenido, sino que uno de los policías le agarró fuertemente, desplazándole de la posición en la que se encontraba, cayendo ambos al suelo por la inercia del tironazo, sin que diera golpe alguno al agente».

En la sentencia se recuerda que el policía afirmó en el juicio que «el acusado le lanzó un puñetazo y dos patadas que esquivó, desconociendo cuándo se lesionó, lo que difícilmente puede atribuirse la autoría de la agresión leve al encausado. Una vez en el suelo, el acusado permaneció quieto, no propinando golpe alguno». Por todo ello, el acusado ha sido absuelto.