La XXVIII Conferencia de Presidentes, celebrada en el Palau de Pedralbes de Barcelona, ha concluido este viernes sin acuerdos y con un enfrentamiento abierto entre el Ejecutivo de Pedro Sánchez y los gobiernos autonómicos liderados por el PP. Al cerrar la conferencia, el propio presidente español ha asumido que era imposible el acuerdo ante las posiciones expresadas por los dirigentes territoriales del PP, con numerito incluido de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, con su desplante al euskara y al catalán.

En la conferencia, los lehendakaris de la CAV y Nafarroa, Imanol Pradales y María Chivite, han llevado sus propuestas en temas como energía, migración, más VPO, respeto a las competencias, mejoras en las infraestructuras y capacidad energética para favorecer el desarrollo. 

En concreto, Pradales ha abogado en su intervención por priorizar la inversión en redes eléctricas en las comunidades con mayor peso industrial, un reparto migratorio coherente y sostenido en el tiempo, más inversiones para VPO y respeto a las competencias educativas.

Ha solicitado también que, en materia de infraestructuras, se aceleren los trabajos del TAV para terminar la Y vasca y que se adopten las medidas que ya planteó en la Conferencia de Santander hace 6 meses para hacer frente a la falta de profesionales sanitarios.

Cupo Energético Industrial

No obstante, el principal objetivo del lehendakari en esta reunión era acordar con el Estado un Cupo Energético Industrial que permita a la CAV asumir, a través de una encomienda de gestión, la financiación de parte de las inversiones necesarias en la red eléctrica de su territorio, según han explicado fuentes de la Presidencia de Lakua.

La segunda reclamación más importante ha sido pedir al Gobierno español un Plan Integral y Estructural de Política Migratoria, que defienden de forma conjunta Pradales y el presidente canario, Fernando Clavijo.

Por su parte, la lehendakari navarra se ha comprometido a destinar más recursos para políticas públicas de vivienda en los próximos ejercicios, dado el carácter prioritario que tienen y la necesidad de avanzar en un modelo de vivienda asequible.

Además, Chivite ha reclamado mejoras en las infraestructuras y capacidades energéticas, desde un compromiso con la transición energética, para avanzar en el desarrollo económico e industrial de Nafarroa.

Y se ha referido a «los cuatro proyectos que centran los esfuerzos» de su Gobierno: agilizar las obras para que el TAV llegue a Iruñea antes de 2030; incorporar los trenes que unen Tutera y Zaragoza y mejorar la línea Iruñea-Madrid; mejorar la conectividad aérea de los aeropuertos pequeños como el de Noain y acelerar las inversiones en la A-15 para completar el trayecto en autovía a Madrid.

Chivite la valora, a pesar de que no ha habido acuerdos

En declaraciones realizadas al término de la conferencia, Chivite ha valorado el «espacio» que representa esta Conferencia. «A pesar de cómo haya transcurrido, este es el máximo órgano de cooperación institucional. Estamos aquí para dialogar, para debatir, para buscar puntos de encuentro, incluso para compartir buenas prácticas en la política en el conjunto de las comunidades. Y creo que, además, es nuestra obligación como servidores públicos ser capaces de llegar a acuerdos», ha señalado.

Ha lamentado que «hoy lo que nos hemos encontrado en esta Conferencia de Presidentes es que se ha intentado subvertir el interés y el papel fundamental que tiene esta Conferencia. En primer lugar, porque se han metido en el orden del día de esta Conferencia de Presidentes cuestiones que no son del Ejecutivo, sino del Legislativo, intentando subvertir las mayorías parlamentarias», ha indicado.

En segundo lugar, ha considerado que, «por intereses partidistas, se ha intentado buscar la confrontación por la confrontación» y ha lamentado el numerito de Ayuso en torno al uso de los idiomas. 

«La presidenta de Madrid ha venido con la intención de confrontar, no entiende que este país es plural, diverso, y que los idiomas son una riqueza del conjunto de este país, que además son idiomas reconocidos también en la Constitución. Yo, como presidenta de Navarra, voy a defender que en los espacios institucionales en los que hay oportunidad podamos utilizar la lengua de nuestros territorios», ha afirmado.

En cuanto al contenido de la reunión, antes de su inicio, el «principal interés» de Nafarroa era el de llegar a acuerdos en materia de vivienda», en la línea del pacto en este ámbito propuesto por Pedro Sánchez, y ha considerado que «al menos dos de los puntos» Nafarroa ya los tiene trabajados, como son el blindaje de las viviendas públicas y la creación de un Observatorio de Precios Públicos de Vivienda.

En todo caso, ha reiterado el «compromiso» de su Gobierno para incrementar su «esfuerzo y recursos para hacer de la vivienda un derecho». A ello ha sumado su interés por definir el modelo energético, la necesidad de mejorar las infraestructuras y capacidades de la red y la descarbonización, cuestión clave para el desarrollo, la competitividad y en particular para la industria.

Pradales no sabe «si merece la pena volver»

Por su parte, Pradales ha expresado su «decepción y tristeza» tras lo ocurrido antes y durante la celebración de la conferencia porque el «espectáculo que se ha generado es inadmisible y bochornoso». Por ello, «visto lo visto hoy», ha afirmado que no sabe si «merece la pena volver».

Una vez concluida la cita, el lehendakari de la CAV ha afirmado que sale con una sensación «de absoluta decepción y tristeza» y ha asegurado que lo ocurrido «antes y durante la celebración de este foro es muy preocupante».

«Y lo es porque revela una manera de entender la política que dificulta los acuerdos, deteriora la convivencia democrática y alimenta un clima de confrontación estéril», ha añadido.

Ha indicado que siempre que acude a todos los sitios «donde estén en juego los intereses de Euskadi, es decir, de todos los vascos y las vascas» y ha acudido a esta cita «por respeto institucional y con espíritu constructivo y propositivo. Pero, visto lo visto hoy, no sé si merece la pena volver», ha manifestado.

En este sentido, ha asegurado que «se reafirma en su relación bilateral con el Estado». Ha anunciado que durante las próximas semanas tendrán una nueva comisión bilateral donde seguirán trabajando la agenda vasca, «en la que también están algunos de los temas que hemos traído hoy aquí. Confío en seguir avanzando por esa vía», ha añadido.

Sobre el desplante de Ayuso, Pradales ha criticado la «intolerable falta de respeto» al uso del euskara y ha opinado que tras «el numerito» de la presidenta madrileña subyace «una forma intolerante y monocolor de entender la sociedad». Ha criticado a quienes «añoran los tiempos en blanco y negro» del franquismo y, además, se ha preguntado «qué tipo de libertad reivindica» Díaz Ayuso. Ha advertido de que no quiere vivir «en un país en el que puedes tomar cañas en ‘libertad’ pero no puedes hablar en tu idioma con la misma libertad».

«Visto lo visto hoy aquí, parece que aún hay quienes, siendo representantes públicos elegidos democráticamente, añoran aquellos tiempos en blanco y negro, sin respetar siquiera, la Constitución que tanto reivindican como norma básica del Estado español», ha asegurado.

En este punto, ha advertido de que «no se equivoquen» porque los vascos seguirán «aquí», defendiendo su «lengua y nuestra cultura en pie de igualdad».

El circo de Ayuso

El desplante de Isabel Díaz Ayuso se ha producido mientras los distintos presidentes ocupaban el tiempo en mostrar sus propuestas y hacer solicitudes al Gobierno de Pedro Sánchez. La presidenta de Madrid ha buscado el menor resquicio para incendiar el encuentro, con ganas de montar el circo y desviar la atención de lo que se pudiera tratar en la reunión.

Ayuso ya venía calentando el partido con la cuestión del uso de las lenguas cooficiales en la conferencia, asegurando que se levantaría en el caso de que alguno de sus homólogos no hablara en castellano.

Y después de proclamarlo a los cuatro vientos, evidentemente lo ha terminado haciendo. La pataleta le ha tocado al lehendakari de la CAV, Imanol Pradales. Cuando ha tomado la palabra y lo ha hecho en euskara, a pesar de que la presidenta de Madrid contaba con servicio de traducción a través de un pinganillo, ha decidido dar la nota y levantarse y abandonar la sala.

Tras Pradales, ha intervenido el president de la Generalitat, Salvador Illa, que lo ha hecho en catalán, por lo que Ayuso ha seguido fuera y no ha regresado hasta que ha tomado la palabra en castellano el presidente gallego, Alfonso Rueda.

La espantada de la presidenta de Madrid ha sido criticada por el Gobierno de Lakua, que la ha calificado de «intolerable falta de respeto mostrada hacia el euskera, los miles de euskaldunes, el lehendakari y el pueblo vasco».

Desde EH Bildu, Pello Otxandiano ha señalado que «no pudieron hacer desaparecer un pueblo, su lengua, su cultura y su ansia de libertad. Tampoco lo van a conseguir los fascistas del siglo XXI. Somos euskaldunes y estamos orgullosos».

Antes de esa espantada, Ayuso ya había dado la nota encarándose con la ministra española de Sanidad, Mónica García, cuando esta ha ido a saludarle «con normalidad institucional», ya que «por encima de todo están las reglas mínimas de educación y cortesía», según han señalado fuentes de su entorno.

Pero entonces, Ayuso le habría quitado la cara y habría dicho algo como «¿vas a saludar a una asesina?», a lo que la titular de Sanidad ha respondido con sorpresa: «¿Perdona?».

Entonces, según el equipo de Mónica García, Ayuso se ha dirigido «muy nerviosa, inquieta y agresiva» a la ministra de Sanidad, reprochándole que le hubiera llamado «asesina» por las muertes en las residencias de mayores durante la pandemia.

García no se ha arrugado y le ha señalado que ella nunca le ha llamado así y que «no debería mentir». El incidente ha requerido de la intervención de los miembros del equipo de protocolo, que las han separado, después de que Ayuso consiguiera esa primera imagen que andaba buscando y a la que ha sumado posteriormente la de su desplante a las lenguas cooficiales en su particular circo de varias pistas.