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DONOSTIA

El «caso Somoto» o cómo ganar un dineral con la venta de bolsos

Ana Urchueguía comparecerá mañana en un juzgado de Donostia como imputada por los presuntos delitos de prevaricación y malversación de fondos públicos. La que durante un cuarto de siglo fuera alcaldesa de Lasarte-Oria por el PSE deberá responder sobre su gestión de los fondos de cooperación con Somoto (Nicaragua).

Ana Urchueguía fue alcaldesa casi vitalicia de Lasarte-Oria. Este núcleo se constituyó como municipio a principios de 1986, segregando terrenos de Hernani, Urnieta y Andoain. Urchueguía fue nombrada por la Diputación presidenta de la gestora provisional y posteriormente ganó las elecciones, algo que repetiría en seis ocasiones, siempre como cabeza de lista del PSE. Ocupó la Alcaldía durante 24 años, y además fue juntera ocho años y senadora dos y medio.

Con este bagaje se le abrieron las puertas a otros organismos como la Comisión de Desarrollo de la Federación de Municipios Españoles, de la que fue presidenta, y Euskal Fondoa, vicepresidenta. La cooperación internacional le permitió gestionar ingentes cantidades de dinero, según aseveró ella misma.

Uno de los destinos de esas ayudas era Somoto, ciudad de unos 35.000 habitantes enclavada al norte de Nicaragua, cerca de la frontera con Honduras, y hermanada con Lasarte-Oria. Es la localidad que vio nacer a Carlos García Godoy, autor entre otras canciones de la célebre “Ay Nicaragua, Nicaragüita”. Su club de fútbol, que milita en Primera División, es el Real Madriz, con zeta, y porta camiseta a rayas verticales rojiblancas.

Los tejemanejes de Urchueguía salieron a la luz en 2007, en un artículo publicado por la revista ‘‘Época’’. La reacción de la alcaldesa consistió en coger el avión y plantarse en Somoto para descubrir quién se había ido de la lengua. Resultó la historia del cazador cazado: su rapapolvo fue grabado en vídeo y subido a Youtube en dos partes que suman más de 100.000 visitas.

En las imágenes, Urchueguía, micrófono en una mano y ejemplar de ‘‘Época’’ en la otra, lee la cartilla a un numeroso grupo de vecinos. «Todo ha salido de aquí. Trataron de destruirme, no lo han conseguido, pero desgraciadamente los perjudicados van a ser ustedes. Miserables de un lado y del otro del Atlántico han hecho lo posible por hundirme. Pero no lo han conseguido, he vuelto a salir elegida como alcalde y tengo el récord en España».

Urchueguía subraya que gestiona «mucho dinero, más de 300 millones de euros». Por dimensionar este dato, probablemente exagerado para darse importancia, hay que apuntar que el presupuesto para 2015 presentado por el Gobierno municipal de Lasarte no llega a 22 millones.

La alcaldesa insta a los vecinos de Somoto a «eliminar a las víboras» y recuerda que «Roma no paga traidores. No soy una perita en dulce, soy una mujer fuerte, educada en la fortaleza, casi militarmente por mi abuelo. Si nosotros encontramos al responsable, iré a muerte».

Reparto de migajas

La segunda pieza también arranca fuerte y Urchueguía asegura que en los últimos dos años y medio ha recaudado 3.265.419 dólares. «Mientras me estaban calumniando, yo estaba trabajando para Somoto. Y tengo recaudados 944.485 dólares que voy a hacer entrega a los correspondientes organismos que he considerado que hacen una función importante en Somoto. Estos recursos que voy a entregar no son de ninguna institución, son de cuatro personas que trabajamos durante el año vendiendo de todo, bolsos, pendientes, ropa de segunda mano… todo lo que nos dan».

Acto seguido, Urchueguía comienza a repartir cheques con gran pompa. Así, entrega, por ejemplo, 18.310 córdobas (610 euros al cambio actual) a la Cruz Roja o 112.423 córdobas (unos 3.750 euros) para la residencia de ancianos. Migajas en relación a lo que dice haber recaudado. Los aplausos relajan a la alcaldesa, que ya sonriente afirma haber hecho «un gran esfuerzo» para poder entregar 164.790 córdobas (5.493 euros) al Real Madriz de fútbol. Nueve veces más que a la Cruz Roja. Quien recibe el cheque define a «Doña Ana Urchueguía» como la «principal patrocinadora» del Madriz.

La publicación de ambos vídeos desató una polvareda en Euskal Herria, tanto por el fondo como por las formas empleadas por «Doña Ana», quien sin embargo siguió haciendo y deshaciendo a su antojo.

Informe del interventor

En noviembre de 2009, un informe del interventor municipal puso negro sobre blanco que el manejo de los fondos se llevaba a cabo de manera «irregular», «desordenada» y «poco clara».

Con la documentación en la mano, los grupos municipales PNV, Hamaikabat, izquierda abertzale y Plataforma Ciudadana de Lasarte-Oria (PCLO) anunciaron la puesta en marcha de una comisión de investigación. La rueda de prensa se celebró en los soportales del Ayuntamiento porque Urchueguía, en una nueva muestra de su talante, les prohibió usar el salón de plenos.

Estas formaciones pedían que se aclararan las donaciones económicas destinadas a las entidades Oficina de Hermanamiento de Lasarte-Oria/Somoto (OHLOS), la Asociación de Desarrollo Comunitario (ASODECOM) y Alcaldía de Somoto. La regidora opinó que se trataba de un «acoso político personal ruin y barriobajero».

El asunto adquirió tal color que el Gobierno de Lakua, entonces bajo el mando del PSE, decidió quitarla de enmedio por el clásico sistema de la patada hacia arriba. Urchueguía hizo las maletas para ejercer como delegada de la Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial (SPRI) en Chile y Perú.

La entonces portavoz gubernamental, Idoia Mendia, eludió obviamente ligar este nombramiento a la puesta en marcha de la comisión de investigación en Lasarte-Oria. Urchueguía cedió el bastón de mando a su compañero Jesús María Zaballos, si bien mantuvo su acta de concejal para ejercer como tal a miles de kilómetros.

Dice la canción que la distancia es el olvido, pero sus andanzas siguieron ocupando titulares. “Noticias de Gipuzkoa” destapó en febrero de 2011 que, piquito de aquí piquito de allá, Urchueguía, con vocación de terrateniente, se había comprado en Nicaragua media docena de fincas; la más grande, de un millón de metros cuadrados.

La comisión de investigación de Lasarte remaba contra todo tipo de trabas mientras el lehendakari Patxi López defendía en sede parlamentaria la legalidad de las operaciones. La Audiencia de Gipuzkoa tampoco observó nada irregular y archivó la apresurada denuncia presentada por un concejal de Ezker Batua. Parecía que «Doña Ana» iba a volver a irse de rositas.

Cambio en la Alcaldía

En mayo de ese año llegaron los comicios municipales. El PSE, con Zaballos como cabeza de lista, ganó con 7 concejales, pero PNV (2) y PCLO (2) apoyaron a Pablo Barrio, candidato de Bildu, segunda fuerza con 5 ediles. Se abría otra etapa. El nuevo Gobierno municipal se apresuró en contratar a una empresa para una auditoría externa.

El documento, presentado en marzo de 2014, llegaba a la conclusión de que unos 2 millones de euros viajaron de Lasarte a Somoto sin control financiero, dinero directamente controlado por Urchueguía a golpe de decretos. En diciembre el Consistorio anunciaba su decisión de presentar una querella por «prevaricación» y «malversación de caudales públicos».

El pasado marzo, el Juzgado de Instrucción número 3 de Donostia admitía a trámite la querella. El auto judicial habla de «la falta de justificación de partes importantes de proyectos subvencionados» y «la desviación de fondos públicos relacionada con la forma de gestionar los proyectos subvencionados». Ocho años después de los vídeos de Somoto, Ana Urchueguía comparecerá como imputada. Quizá explique cómo se puede ganar casi un millón de euros vendiendo bolsos.