El primer ministro, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, han acordado construir 3.000 nuevas viviendas, esgrimiendo que son necesarias por «la vuelta a la vida normal» en Cisjordania.

Las 3.000 casas se repartirán en 13 colonias israelíes, aunque Alfei Mensahe será la más beneficiada, con 700. Del total, 2.000 se erigirán de forma inmediata, mientras que las 1.000 restantes lo harán en varias fases, según informan los medios de comunicación locales.

Es la tercera vez que el Gobierno de Netanyahu anuncia una expansión de las colonias después de la resolución aprobada el pasado 23 de diciembre por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que declaró ilegales las colonias y pidió su fin.

El presidente de EEUU, Donald Trump, que criticó la abstención del Gobierno de Barack Obama que permitió aprobar dicha resolución, avanzó entonces que «las cosas cambiarían» en la ONU con su llegada a la Casa Blanca. Según ‘The New York Times’, prepara una reducción drástica de los fondos que Estados Unidos aporta al presupuesto de la organización internacional.

Netanyahu, que calificó de «traición» la abstención estadounidense, ha celebrado el inicio del mandato presidencial de Trump y ha confiado en reconstruir las relaciones bilaterales e incluso en profundizarlas.

Amona

El anuncio de la construcción de nuevas viviendas llega horas antes de que se ejecute la orden de desalojo de la colonia de Amona, que debía iniciarse a las 5.00 de esta mañana (hora de Euskal Herria).

Los residentes recibieron una notificación del Ejército israelí, firmada el día 30 de enero, por la que debían abandonar el asentamiento en el plazo de 48 horas.o.

El Tribunal Supremo estableció el 8 de febrero como fecha límite para la evacuación. Ese tribunal estableció hace varios meses que los terrenos donde había sido construido ese asentamiento eran propiedad privada de ciudadanos palestinos, por lo que emitió una orden de desalojo de los colonos.

Sin embargo, los habitantes de Amona se han negado esta mañana a abandonar pacíficamente el lugar.

Los residentes en Amona han colocado piedras en la carretera que conduce a la colonia y han levantado barricadas incendiadas en la entrada para impedir el acceso de la Policía. «Toda la tierra de Israel es nuestra», reza una de las pintadas, de acuerdo con el ‘Jerusalem Post’.

Los uniformados han intentado dialogar con los colonos de Amona y les han instado a acatar el fallo del Tribunal Supremo de forma pacífica, advirtiendo de que, si no es así, tendrán que proceder a una evacuación forzosa.