Solo en el último quinquenio, el reparto de la riqueza ha desfavorecido aún más a la clase obrera: la parte del PIB (Producto Interior Bruto) destinada a la clase trabajadora ha disminuido considerablemente. En 2010 se le destinó el 49,2% de la riqueza de la CAV, para descender al 46,2% en 2015; en Nafarroa se destinó el 50,1% en 2010 y en 2014 el 47,3%, señala el documento de ELA.

El secretario general, Adolfo Muñoz, ha destacado que «en los últimos años el reparto de la riqueza ha desfavorecido aún más a los trabajadores y trabajadoras» y que «el neoliberalismo está muy fuerte y teme poco a la oposición. No vemos voluntad, fuerza y proyecto político para hacer oposición al neoliberalismo vasco».

«Desde que comenzó la crisis de 2008 se han destruido 142.000 puestos de trabajo en nuestro país, haciendo que 78.000 personas más engrosen las filas del paro. El resto ha emigrado en su mayoría, si bien otra gran parte de las personas que han perdido su empleo han dejado de buscar uno, desesperadas», añade el informe. Además, subraya que «el empleo que se crea es totalmente precario. De los contratos que se hacen hoy día, el 93,5% son temporales».

ELA considera que «la división de la clase trabajadora se ha utilizado como un arma importante, relacionada con la invención de la clase media. Es por ello que las mujeres siguen sufriendo una fuerte discriminación y no solo porque perciben salarios más bajos. La juventud y las personas mayores también sufren discriminación».

Los responsables del sindicato han remarcado que «haciendo una comparativa con los 28 estados que conforman la Unión Europea, queda en evidencia que la situación de Hego Euskal Herria es de las peores. Tenemos los terceros peores niveles de temporalidad y desempleo juvenil, la tasa de paro es la cuarta más alta, el porcentaje de personas que llevan más de un año en paro es la quinta peor…».

El pacto PNV-PSE, más de lo mismo

Respecto al acuerdo entre PNV y PSE para conformar Gobierno en Lakua, Adolfo Muñoz ha augurado que supondrá una «continuidad» en las políticas de Patxi López e Iñigo Urkullu, y ha subrayado que no hay «un problema de personas» sino de «orientación política».

Muñoz ha lamentado que «el Gobierno anterior ha dejado las relaciones con la mayoría sindical en el peor momento de la historia y lo ha hecho voluntariamente, con el acuerdo del 22 de julio» entre los integrantes de una Mesa de Diálogo Social que «está vacía de contenido» y donde «no hay presupuesto para nada». A su entender, «es difícil que las cosas vayan peor, pero suele pasar que todavía vayan a peor».

«Todo gobierno quiere que aparezcan como políticas compartidas lo que son políticas propias del gobierno. Nosotros no vamos a darle cobertura a las políticas del gobierno en una mesa donde lo único que se hace es llamarle diálogo social a la gestión de las políticas más neoliberales que hemos sufrido en los últimos 40 años», ha afirmado.