En declaraciones a los medios de comunicación, Barkos ha indicado que «no son recortes» y ha incidido en que «venimos diciendo desde el Gobierno y lo hemos dicho en sede parlamentaria, en declaraciones, en los encuentros con grupos parlamentarios y con representación sindical que la aplicación de la ley de 2015 nos iba a llevar necesariamente a una reordenación de los servicios y lógicamente a una suerte de repliegue efectivo».
La jefa del Ejecutivo ha comentado que «determinados servicios que venían siendo atendidos por la Policía Foral van a ver mermada la presencia y por lo tanto van a tener que ser sustentados por otras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad».