El derribo del avión de Malaysia Airlines el pasado 17 de julio en el este de Ucrania fue «una violación del derecho internacional» y, dadas las circunstancias, «puede ser un crimen de guerra», según ha advertido la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, quien ha reclamado una investigación «completa e independiente» sobre lo ocurrido.
En su último informe cuatrimestral, la agencia de Naciones Unidas ha acusado a las fuerzas del Gobierno de Kiev de no hacer lo suficiente para impedir las víctimas civiles en sus operaciones militares contra los milicianos prorrusos.
Asimismo, ha acusado a las fuerzas sublevadas de estar atacando deliberadamente instituciones públicas, explotaciones mineras y vías ferroviaras, además de robar bancos.
Más de 1.000 muertos
Pillay ha subrayado que la situación en las regiones de Lugansk y Donetsk es extremadamente alarmante y ha denunciado que al menos 1.129 personas han muerto y 3.442 han resultado heridas desde mediados de abril en el marco del conflicto que mantienen las fuerzas gubernamentales ucranianas y los prorrusos en el este del país.