La Eurocámara ha dado su visto bueno con amplia mayoría (535 a favor, 127 en contra y 35 abstenciones) en una sesión plenaria compartida por videoconferencia con la Rada, desde donde el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, ha pronunciado un discurso dirigido también a los eurodiputados.

«Las fuerzas que trataron de frenarnos conocen la derrota», ha declarado Poroshenko, quien ha asegurado que «ni la guerra ni la situación política pueden ser excusas para no avanzar en las reformas». El presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, por su parte, ha aplaudido el momento «histórico» que supone el voto simultáneo de dos parlamentos para impulsar un acuerdo internacional.

Los comisarios de Comercio, Karel de Gucht, y de Política de Vecindad, Stefan Füle, han defendido en un debate previo la importancia de este acuerdo como señal de apoyo a Ucrania y han negado que el retraso del Tratado de Libre Comercio se deba a presiones de Rusia. «Fue Ucrania quién nos pidió aplazar el capítulo económico», según ha dicho Füle, quien ha recordado la «amenaza» de una «guerra comercial y económica» lanzada por el Kremlin si este acuerdo era ratificado, como lo ha sido este martes, por la UE y Kiev.

En el momento de la conexión con el presidente ucraniano, algunos eurodiputados del GUE/NGL –entre ellos los de Podemos e IU– han abandonado el hemiciclo en señal de protesta porque la UE firme un acuerdo con «un presidente fruto de un golpe de Estado», según ha indicado el eurodiputado de IU Javier Couso.

El grupo GUE/NGL, al que también está adscrito Josu Juaristi, ha expresado su rechazo al acuerdo votando el contra. Sus integrantes han intentado tomar la palabra, pero el presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, se lo ha impedido.

La adopción del convenio ha sido posible tras el acuerdo el pasado viernes entre la UE, Ucrania y Rusia de retrasar hasta 2016 la aplicación del tratado de libre comercio (DCFTA, por sus siglas en inglés), mientras se mantienen las ventajas comerciales que la UE concede unilateralmente a Ucrania, sin contrapartida, y también las que existen entre Ucrania y Rusia.

El texto, que estaba listo para ser firmado en noviembre de 2013, fue rechazado en el último momento por el expresidente ucraniano Victor Yanukovich, un gesto que desató la ola de protestas que acabó con su derrocamiento.

El nuevo acuerdo pretende construir una asociación política más profunda entre Kiev y la UE y avanzar en la integración económica entre las partes. El presidente ucraniano ha agradecido el apoyo europeo en «estos difíciles momentos» y se ha dirigido a su propio Gobierno para advertir de que acelere las reformas. «La UE sólo nos pide una cosa a cambio, las reformas. Os insto a no retrasarlas de ninguna manera», ha añadido.

El pacto abre nuevos canales de diálogo en materia política y marcos de cooperación en cuestiones como la energía, los transportes y la educación, al tiempo que exige a Kiev reformas y garantías del respeto de los principios democráticos, los derechos humanos y el Estado de derecho.

También prevé un régimen de exención de visados y se espera que favorezca la circulación de trabajadores, así como un «acercamiento» en las regulaciones de cada parte.

La apertura de los respectivos mercados, con salvaguardas para productos ‘sensibles’, como los agrícolas para la UE, queda a la espera de la entrada en vigor del Tratado de libre comercio.

La Comisión Europea ha justificado el retraso del capítulo comercial hasta el 31 de diciembre de 2015 como una forma de dar al Gobierno ucraniano la «flexibilidad» necesaria para «estabilizar» el país. Con todo, se mantienen las ventajas arancelarias que hasta ahora concedía la UE a Ucrania y que debían expirar este mes de noviembre.

El acuerdo de asociación se aplicará de manera provisional mientras se completa la ratificación por todos los Estados miembros europeos, un proceso que ya han cumplido seis países pero que puede llevar «varios años» en otros, según ha explicado la Eurocámara en un comunicado.

Donbass

Por otro lado, el Parlamento ucraniano ha aprobado la ley que dará un estatus especial a los gobiernos locales en algunos distritos del Donbass.

En total, 277 de los 450 parlamentarios han votado a favor de la norma, propuesta por el presidente ucraniano, Petro Poroshenko. Asimismo, también se ha aprobado, con 287 votos a favor, la ley contra la persecución de las personas que han participado en el conflicto armado en Donestk y Lugansk.

De acuerdo con el texto de la ley, publicado previamente en la web de la Rada y recogido por la agencia Interfax Ucrania, prevé la concesión de este estatus especial durante tres años y la celebración de elecciones municipales en estas regiones el próximo 7 de diciembre.

Según el documento, el Estado garantiza «la prevención de la persecución penal, criminal y administrativa y el castigo de personas que participaron en los acontecimientos en las regiones de Donetsk y Lugansk».

Asimismo, garantiza el derecho a usar el ruso o cualquier otra lengua «en público y en privado, el aprendizaje y el apoyo al ruso y a cualquier otra lengua, su libre desarrollo e igualdad».

«Los poderes de los diputados de los consejos locales y las autoridades elegidas en las elecciones anticipadas convocadas por la Rada Suprema de Ucrania por esta ley no pueden darse por terminados», afirma el texto, según Interfax.