@Agustín GOIKOETXEA
BILBO

El Consistorio de Bilbo acoge en una sala a los alcaldes franquistas

El Ayuntamiento de Bilbo ha abierto al público la denominada Sala de Alcaldes con la que –según ha manifestado el actual primer edil, Ibon Areso– se da por cumplido el acuerdo plenario que sacaron adelante hace un año PNV y PSE para situar en un espacio «debidamente contextualizado» los retratos de los alcaldes franquistas con los elegidos democráticamente. Por ese motivo EH Bildu no ha acudido y ha denunciado que va contra la Ley de Memoria Histórica.

Retratos como los de los alcaldes franquistas José María Oriol, Javier Ybarra o Pilar Careaga comparten desde hoy una pequeña sala de exposiciones en el vestíbulo de la casa consistorial bilbaina junto a los de José Luis Robles, José María Gorordo o el de Iñaki Azkuna, que ha sido presentado en un sencillo acto en público por primera vez. La exposición, para cuyo montaje se ha contado con el asesoramiento de los historiadores Joseba Agirreazkuenaga y Mikel Urquijo, recoge una veintena de cuadros de la mayor parte de los regidores de la capital vizcaina desde 1873; el último, la oleo del primer edil que falleció en 2014 y que es obra del artista Javier Riaño.

A la apertura del espacio de 100 metros cuadrados ha asistido también un nieto de Ernesto Erkoreka, el alcalde republicano que fue detenido en 1937 por los fascistas en Miranda de Ebro cuando retornaba a Bilbo desde Madrid. El primer edil represaliado por los fascistas escribió de puño y letra todas sus vicisitudes hasta poco antes de su muerte el 22 de diciembre de 1957: su paso por Iruñea, la cárcel en el Botxo y el extrañamiento en Valladolid. Su nieto ha indicado que las memorias de su abuelo no pueden estar en mejores manos que en las del Consistorio bilbaino.

En la inauguración han estado ediles de PNV, PP y PSE, encabezados por Ibon Areso, y el hijo de su antecesor. Quienes no han asistido a la apertura de la polémica sala han sido los corporativos de EH Bildu. Su portavoz, Aitziber Ibaibarriaga, ha manifestado en una comparecencia previa que «el mantenimiento de los alcaldes franquistas con los democráticos contradice los avances dados ayer en el respeto a la memoria histórica», en referencia al acuerdo plenario para revocar distinciones y honores que se otorgaron durante el franquismo y el compromiso para revisar el callejero.

«El año pasado dijimos que no entendíamos por qué se retiraban del pasillo de honor los cuadros de los alcaldes democráticos. Lo dijimos entonces –ha recordado Ibaibarriaga– y nos volvemos a reafirmar en ello: no es aceptable que estén en una misma ubicación y al mismo nivel los alcaldes democráticos y aquellos que fueron nombrados a dedo por un régimen fascista y violento, denunciado recientemente hasta por Naciones Unidas, y, no lo olvidemos, construido sobre la base de centenares de miles de crímenes, la desaparición de miles de personas y asentado sobre el terror con mayúsculas».

Para la coalición, la solución pactada por PNV y PSE es «una solución en falso que no satisface y no respeta el espíritu de la Ley de Memoria Histórica que aboga por la retirada de toda la símbología franquista». Aitziber Ibaibarriaga ha subrayada que la Sala de Alcaldes se debe «a la obstinación de Azkuna que se negó a su retirada y a que en todo momento PNV y POE han preferido salvar el patinazo del anterior alcalde y no afearle la conducta en defensa de los cuadros de alcaldes franquistas, a cumplir la Ley de Memoria Histórica».