Un futuro que no se presenta nada halagüeño debido a las penurias económicas, sin patrocinador privado o con una aportación de las arcas públicas que se ha visto reducida durante la crisis. En lo deportivo, los rectores del club aguardan para conocer si salvarán en los despachos lo perdido en la cancha. Depende de si los equipos que han logrado el ascenso a la ACB logran reunir el capital necesario para jugar en la máxima categoría.

«Por si acaso nos llega la invitación de ACB estamos trabajando, pero nosotros así no seguimos, permanentemente condicionados por la situación económica. Ojalá estemos en ACB, pero necesitamos otro marco para seguir ofreciendo este proyecto que va más allá de lo deportivo para el territorio. ACB en Gipuzkoa sí, pero no a cualquier precio», ha sentenciado tajante Bilbao.

A la incógnita sobre la categoría en la que se jugará se suma la de la actitud del PNV, próximo gestor de los dineros de la Diputación de Gipuzkoa y del Ayuntamiento de Donostia. «Estamos en contacto con los nuevos rectores políticos, para ver cuál es su opinión y saber si están dispuestos a ayudar y en qué medida, para ser honestos y tomar las decisiones más responsables posibles con respecto a la realidad del proyecto», ha manifestado el presidente del GBC.

«Hemos demostrado que somos capaces de gestionar de una forma honesta y rentable el dinero público y privado. Estamos poniendo todo de nuestra parte para seguir adelante con este proyecto, pero ha llegado el momento de plantarse y ver si de verdad se quiere o no baloncesto para poder trabajar con un marco de estabilidad durante unos años», ha añadido.

«Sabíamos que iba a resultar un año complicado»

En el aspecto meramente deportivo, Bilbao ha reconocido que «no se ha conseguido el objetivo y no se puede estar satisfechos», aunque opina que «se ha desarrollado un buen trabajo del cuerpo técnico y del equipo y la calificación de la temporada es buena pese al descenso deportivo porque sabíamos que iba a resultar un año complicado».

En cuanto a la labor del técnico Jaume Ponsarnau, ha estimado que «su llegada fue un acierto y ojalá hubiéramos podido darle otros mimbres. Nos encantaría que siguiera, pero a corto plazo la decisión responsable es la de cortarle porque no sabemos qué le vamos a poder ofrecer el 1 de julio. Queremos un proyecto con él pero no sabemos si habrá proyecto».