El director general de la BBC, Tony Hall, ha comunicado las medidas al personal en una reunión celebrada en la sede central en Londres, en la que ha explicado que mucha gente ya no paga la cuota con la que se financia la cadena porque no ve televisión en directo. Además de la supresión de puestos en distintos niveles directivos de la emisora, otras divisiones serán reducidas.

Hall ha defendido las medidas para «cumplir con los desafíos financieros que afrontamos, y ha indicado que los cambios planeados convertirán a la BBC en una organización «más simple y efectiva».

La corporación ya ha tomado medidas para conseguir unos ahorros estimados en 1.500 millones de libras (unos 2.100 millones de euros) para el año 2017, sobre todo a través de una importante reducción de costes en áreas de administración y también de los salarios.

Hall ha estimado que los ingresos por el pago de la licencia que pagan los televidentes por ver la BBC serán de unos 150 millones de libras menos para el periodo 2016-17 de lo estimado en 2011. Esto se debe, ha añadido, a que la gente utiliza cada vez más internet y los móviles para informarse, mientras que cada vez son menos los hogares que tienen televisión.