El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha anunciado este jueves su dimisión y ha pedido a los griegos que decidan en unas nuevas elecciones «quién va a dirigir al pueblo griego en el futuro». Aunque no se ha dado ninguna fecha, se habla del 20 de setiembre como jornada electoral.

En su discurso televisado, Tsipras ha reconocido que el acuerdo alcanzado con los acreedores no es el mejor ni lo que él quería, pero ha defendido que sí logró algunas cosas, como la reestructuración de la deuda. «Hemos conseguido un acuerdo mucho menos duro del que querían al principio los acreedores. Tengo la conciencia tranquila y estoy orgulloso de la batalla que he dado», ha indicado.

«Sé que no logramos todo lo que prometimos al pueblo griego pero hemos salvado al país», ha añadido antes de subrayar que «ahora la gente decidirá si lo hicimos bien o mal en las negociaciones».

Según el procedimiento constitucional, una vez presentada la dimisión a Pavlópulos, este le encargará el mandato formar un nuevo gobierno en un plazo de tres días. Tsipras tiene la opción de devolver este mandato inmediatamente al presidente.

En este caso, Pavlópulos encargará la formación de gobierno al presidente del principal partido de la oposición, el conservador Nueva Democracia y en caso de fracasar, el tercer líder que recibirá el mandato será el del partido neonazi Amanecer Dorado.

Si este último no puede formar gobierno, se convocará a los líderes políticos para explorar la posibilidad de constituir un gobierno de amplio apoyo.

Si esto tampoco se consigue, entonces se formará un Gobierno transitorio que tendrá como único cometido la organización de las elecciones anticipadas en un plazo máximo de 30 días. El primer ministro de este Gobierno debe ser uno de los presidentes de los tres tribunales supremos de Grecia.