El presidente de Mali, Ibrahim Boubacar Keita, ha indicado que además de los 19 rehenes y dos asaltantes fallecidos, también se registraron siete heridos en el ataque cometido por un grupo de hombres armados en el hotel Radisson Blu, donde 170 personas de diferentes nacionalidades fueron retenidas como rehenes antes de su liberación.

El presidente ha deplorado «el pesado balance» y ha asegurado que el «terror no va a triunfar» en el discurso de Keita emitido anoche.

Horas antes, fuentes de la Misión de la ONU en Mali (MINUSMA) y otras fuentes diplomáticas hablaban de 27 muertos entre los rehenes y 13 presuntos yihadistas abatidos.

Tras el ataque, el Gobierno de Mali decretó el estado de emergencia durante diez días y tres días de duelo nacional.

Las autoridades malienses buscan a al menos tres sospechosos del ataque y han desplegado todas las medidas para encontrarlos.

Los grupos yihadistas Al Murabitun y Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) reivindicaron el ataque y afirmaron haberlo llevado a cabo de forma conjunta.

Entre los fallecidos hay seis empleados de la aerolínea rusa Volga-Dnepr, según el Gobierno de la región de Ulianovsk, donde tiene su sede la compañía.