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Donostia

Hansel Cereza, «cabreado» por el «desprecio» con el que se está criticando su espectáculo inaugural

El diseñador de grandes eventos Hansel Cereza, responsable del acto inaugural de Donostia 2016, se siente «cabreado» por el «desprecio» con el que se está criticando el espectáculo que dirigió el pasado sábado en el puente de María Cristina, sobre todo por parte de algunos responsables políticos que le contrataron. 

Hansel Cereza, junto a Xabi Payá y Enara García, en la presentación del espectáculo. (Juan Carlos RUIZ / ARGAZKI PRESS)
Hansel Cereza, junto a Xabi Payá y Enara García, en la presentación del espectáculo. (Juan Carlos RUIZ / ARGAZKI PRESS)

En la capital guipuzcoana es el tema estrella de las últimas 48 horas y, a poco que se afine el oído, se escuchan conversaciones al respecto en la calle, los bares, comercios o medios de transporte. Por no hablar de las redes sociales, donde #lodelpuente es objeto de innumerables comentarios, la mayoría negativos.

El director del espectáculo, Hansel Cereza, ha pasado de perfecto desconocido a piñata a la que repartir estopa. Las críticas se centran en la escasa visibilidad –por no decir nula– de quienes acudieron a presenciarlo en directo, y en la falta de comprensión del hilo conceptual, si es que lo había.

Ante este «bombardeo» que no entiende «en absoluto», Cereza, entrevistado por Efe, se pregunta «qué hay detrás de todo esto. Una crítica constructiva es aceptable, pero se está haciendo con mucho desprecio».

El artista se ha mostrado especialmente molesto por la reacción del primer teniente de alcalde, Ernesto Gasco, quien al poco de terminar el acto escribió un mensaje pidiendo disculpas a la ciudadanía. Ex exmiembro de la Fura dels Baus se ha declarado «superorgulloso» de su trabajo, por lo que recibe como «un insulto» y ve «fuera de lugar» esa petición de perdón.


Incluso no descarta que existan «tiranteces internas» y que  la controversia va más allá de lo que fue la ceremonia, siendo él una especie de chivo expiatorio al que se está «crucificando». Hansel Cereza considera que se trató de un espectáculo «contemporáneo, moderno e innovador», aunque tampoco el alcalde, Eneko Goia, se mostró satisfecho con el resultado. 

Ha dividido las críticas en tres grupos: «No se pudo ver bien, no hay un claro final y la retransmisión por televisión no estuvo a la altura». En este sentido, ha reconocido que «visión reducida había, pero se pusieron pantallas ¿Qué mucha gente lo que vio por las pantallas de televisión no lo entendió porque la narrativa de televisión no estuvo a la altura? Es que eso sí que no estuvo a la altura ¿pero que la ceremonia no estuvo a la altura de las expectativas, qué expectativas exactamente?».

«Los planos generales fueron preciosos y los planos cortos horribles. La producción y distribución de cámaras no estaba en absoluto a la altura ¡Qué pocas cámaras para tanto espacio y público! Luego tuvieron problemas con las pocas cámaras que pusieron y se vio lo que se vio», ha criticado.

Hansel Cereza ha remarcado que se ha reunido «mil veces» con los responsables de Donostia 2016 y que estos han revisado «todo» el proceso creativo. También ha remarcado que «tendrían que haber puesto un poco el freno en el llamamiento» porque «en vez de 50.000 personas, acudieron aproximadamente 80.000».

Otra de las críticas es que el acto no tuvo un final al uso, y que la percepción habría sido diferente si el colofón hubiera llegado de la mano de algo tan clásico en Donostia como unos fuegos artificiales. «Mucha gente me lo ha dicho, no es una percepción mía. Me han dicho que si hubiera puesto fuegos habría pisado el cielo. Qué pena me da oír eso, pero lo estoy oyendo por todos los lados. Estoy cabreado también por los voluntarios porque no se merecen esto. Deben de estar jodidos como yo. Bueno, yo más», ha sentenciado Cereza.