El líder de la oposición en Iruñea, Enrique Maya, ha acusado al alcalde Joseba Asiron de «impedir» a los concejales de UPN ir a misa a la catedral en Jueves Santo. «Como él no va a misa, Asiron ha decidido que no se va a acudir a la catedral y los horarios que ha establecido impiden de facto que los que sí quisiéramos asistir pudiéramos hacerlo», ha asegurado. Maya ha llegado a pedir perdón a la ciudadanía porque llegarán a los oficios en la catedral «obligadamente tarde» debido a esta supuesta «imposición de Bildu».

Tras esta polémica están los cambios que ha ido introduciendo el Ayuntamiento en los actos oficiales a los que acude el consistorio vestido de gala. Primero fue la procesión de San Fermín donde el alcalde no acudió a misa, aunque sí participó en el traslado de la imagen del santo junto con la Comparsa de Gigantes y Cabezudos y los dantzaris. Más tarde llegó el Privilegio de la Unión (un acto laico en el que se conmemora la fusión de los distintos burgos de Iruñea) y mañana le toca el turno al Voto de las Cinco Llagas.

Las Cinco Llagas es una tradición que data de 1599, cuando hubo una peste cuyo final se atribuyó a un milagro. Debido a ello, en el reverso de la medalla de la ciudad aparecen representadas las cinco heridas de Jesús de Nazaret en la cruz. Este año, el Ayuntamiento solo acudirá a la Iglesia de San Agustín a cumplir con la tradición y después volverá al edificio consistorial. Cuando gobernaba UPN, se iba después a la misa de la catedral en traje de gala y, luego, se procesionaba hasta la iglesia de San Saturnino.

La queja de Maya es que no van a tener tiempo para quitarse el traje desde que llegan al Ayuntamiento hasta que empiece la misa en la catedral, que está a 200 metros del consistorio. «En teoría está previsto que regresemos a las 17.45 al Ayuntamiento, entonces deberemos quitarnos el frac, cambiarnos de ropa e ir a la catedral, donde los oficios empiezan a las seis de la tarde, algo del todo imposible», ha señalado Maya. Cabe recordar que los concejales de UPN van a la catedral a título personal y en su tiempo libre. Precisamente por eso, tienen que quitarse el traje.