Dabid LAZKANOITURBURU

Autoexcluido el Reino Unido de los 28, Escocia pide en Bruselas ese dorsal

Entre las plagas bíblicas con las que Cameron y sus hasta ayer socios europeos amenazaron a los escoceses si osaban votar independencia, la de que quedarían automáticamente fuera de la UE fue –además de tomada prestada a España– una de las más socorridas.

Es indudable que, en el 55%-44% de setiembre de 2014 pesó bastante más la amenaza a la economía y a las pensiones de Escocia que cualquier otra argucia dialéctica. Una amenaza que esta vez no ha servido al premier saliente y a su también acabado canciller del Exchequer (Hacienda), George Osborne, para lograr también la derrota del Brexit.

Casi dos años después del referéndum escocés y de la consiguiente consulta catalana del 9-N –en la que se repitió hasta la saciedad la misma amenaza contra el independentismo catalán–, el tiempo ha dado la razón a los que sosteníamos que, además de esconder una trampa, se trataba de un argumento al que se puede dar la vuelta como a un calcetín.

Así, mientras Cameron abandonaba ayer apresuradamente el Consejo Europeo, la líder escocesa era recibida por los presidentes de la Comisión de Bruselas y del Parlamento de Estrasburgo. Se argüirá, y con razón, que la UE anda en este tema con pies de plomo y que podría planear jugar la carta escocesa como elemento de presión en las negociaciones para la salida y el reacomodo de Gran Bretaña.

Pero quien no vea un giro en la posición de Bruselas –en el marco del terremoto geopolítico que ha supuesto el Brexit– tiene más fe en el inmovilismo torero que el propio Rajoy, el don Tancredo por antonomasia, que advirtió ayer de que «si Reino Unido se va, Escocia se va» –aunque a continuación y de vuelta a la tauromaquia, insistió en que la cuestión de (la eventual permanencia de) Escocia en la UE «no tiene nada que ver con Cataluña».

Pues va a ser que sí. Y va a ser que si Escocia y el norte de Irlanda, con todos los problemas, están más cerca de la independencia y la unificación es porque votaron contra el Brexit.