El Cuerpo de Bomberos que forma parte de los equipos de rescate que excavan sin pausa desde la madrugada del pasado jueves ha informado de que durante la noche fueron han sido los cadáveres.
Después de que el viernes fuesen localizadas con vida nueve personas, entre ellas los cuatro niños que estaban desaparecidos, no ha vuelto a haber señales de vida bajo las cientos de miles de toneladas de nieve y rocas que sepultaron este hotel de lujo situado en las laderas del macizo del Gran Sasso a 1.200 metros de altura.
Las labores de búsqueda de posibles supervivientes continúan sin descanso con la participación de unos 150 efectivos, entre militares, bomberos, policías y trabajadores de Cruz Roja y del Servicio Alpino, que se alternan en turnos.
La esperanza de los equipos de rescate es llegar al centro del hotel, donde se encontraba la zona del bar, y donde se cree que podrían haberse concentrado algunos de los huéspedes que están aún desaparecidos.
Los equipos de rescate han explicado que las habitaciones que se encontraban en los pisos altos del hotel han sido completamente arrasadas por la avalancha de nieve, que se produjo previsiblemente tras la serie de terremotos de magnitud mayor a 5 grados registrados en la mañana del 18 de enero.
Según una primera reconstrucción, 120.000 toneladas de nieve, rocas y otros detritos golpearon el hotel con una velocidad de 100 kilómetros por hora.