Así se ha pronunciado en respuesta al portavoz de UPN, Javier Esparza, quien ha preguntado al Gobierno qué piensa hacer para que el Decreto Foral por el que se regula el uso de las lenguas propias de Nafarroa en sus administraciones «no perjudique» a quienes no saben euskara.

Tras escuchar a la presidenta, Esparza ha dicho que no es cierto lo afirmado por ella, ya que el decreto «perjudica» a quienes no saben euskara.

Ha acusado al Gobierno de desarrollar una política lingüística «partidista e injusta», que va a convertir a los navarros que no saben euskara, el 87 %, en «parias».

Esparza ha incidido en que, además de garantizar que el 13 % de la población que sabe euskara sea atendida en euskara, «les va a garantizar un puesto de trabajo en la administración foral», tras lo que se ha preguntado «dónde quedan los derechos del resto de los navarros».

«¿Tenemos menos derechos a ser funcionarios?», ha preguntado Esparza, quien ha denunciado que el decreto propuesto «dobla el peso y el valor que tiene el euskera para ser funcionario» y en este sentido ha afirmado que «vale más saber euskera que tener experiencia» y que «tener formación específica en determinadas áreas».

Ante eso la sociedad navarra, según Esparza, le está diciendo al Gobierno que «se precariza la situación laboral de miles de trabajadores, se pierde la oportunidad de aprobar un decreto equilibrado que garantice la perdurabilidad y se vulnera la igualdad de oportunidades para el acceso a la función pública».

A los dirigentes de Podemos e I-E les ha preguntado qué «están diciendo a su gente», puesto que, en su opinión, al apoyar este decreto les están dejando tirados. «Va a suponer despidos aunque al consejera Ollo diga que no», ha añadido además el portavoz regionalista.

En su réplica Barkos, quien le ha dicho que confunde el acceso a la función pública con el conjunto de méritos, ha opinado que sus argumentos son de una «desmesura sonrojante».
Y en este sentido le ha preguntado si no pueden pedir que un sanitario que atiende en la zona Vascófona lo pueda hacer en euskara si el paciente se siente más cómodo o «en el colmo del ridículo» si no pueden ofrecer servicio de bibliotecarios para quienes requieren el servicio de lectura en euskara.

«No tienen vergüenza», ha manifestado la presidenta, quien ha añadido que «no hay ni una sola plaza de bibliotecario en que se haya solicitado el requisito de saber también el euskera».

Barkos le ha preguntado a Esparza cuándo le han discriminado por no hablar euskara, para a continuación responder que «nunca, algo que no pueden decir muchos ciudadanos navarros».

Como ejemplo ha citado que en el Complejo Hospitalario de Nafarroa hay solo una persona que puede atender en euskara. «Esos son los navarros discriminados, no usted», ha remarcado.

Barkos ha considerado «gravísima la irresponsabilidad con la que actúan para fracturar Navarra». «Están poniendo en el disparadero social a una parte de esta sociedad simplemente por el hecho de hablar euskera y querer vivir en euskera», ha sostenido, tras lo que ha aseverado que «saben que es mentira».

«Lo que quieren es que desaparezca el euskera; si no, no se explica el desprecio que manifiestan por cualquier acción que trata de prestigiarlo», lo que es «lamentable», ha concluido.