Ramon SOLA
IRUÑEA

La Gendarmería busca hoy los restos de ‘Naparra’ entre Brocas y Labrit (Landas)

Hoy puede ser el día clave para esclarecer una desaparición de hace casi 37 años. Una unidad especial de la Gendarmería, bajo orden judicial y con el auxilio técnico del experto forense Paco Etxeberria, intervendrá en el lugar en que un testimonio fiable afirma que fue enterrado José Miguel Etxeberria ‘Naparra’, militantes de los Comandos Autónomos Anticapitalistas. Será en un robledal entre las localidades de Brocas y Labrit, a algo más de 25 kilómetros al norte de Mont de Marsan (Landas).

Paco Etxeberria, Eneko Etxeberria e Iñigo Iruin, cuando presentaron las últimas novedades sobre la desaparición de ‘Naparra’. (Juan Carlos RUIZ/ARGAZKI PRESS)
Paco Etxeberria, Eneko Etxeberria e Iñigo Iruin, cuando presentaron las últimas novedades sobre la desaparición de ‘Naparra’. (Juan Carlos RUIZ/ARGAZKI PRESS)

El día esperado hace varios meses por los allegados de José Miguel Etxeberria ‘Naparra’ ha llegado. Hoy, sobre las 9.30, está previsto que se proceda a levantar la tierra en una zona bien delimitada de Las Landas, entre Brocas y Labrit, donde según el testimonio de una fuente anónima ligada al terrorismo de Estado habría sido enterrado este militante desaparecido en junio de 1980. Se trata de un robledal situado junto a la carretera entre ambas localidades –D651, entre los kilómetros 53 y 54– y situado a unos 25 kilómetros al norte de Mont de Marsan. Varias reivindicaciones hechas públicas en los meses siguientes a la desaparición ya citaban Las Landas como paradero del cadáver.

El Juzgado de Mont de Marsan recibió ya en diciembre la comisión rogatoria de la Audiencia Nacional española para actuar en la zona. Se suponía que ello se haría de modo inminente dado que enseguida se encomendó el trabajo a una unidad especial de búsquedas de la Gendarmería de Pau, pero al final la jueza de Mont de Marsan Solenne Motyl ha dejado pasar casi cuatro meses, lo que da pie a pensar que quizás se hayan realizado algunas comprobaciones previas. Se añadirían al informe elaborado por el experto forense donostiarra Paco Etxeberria, en base a una inspección ocular de la zona, en el que se concedía credibilidad al enterramiento. Con el análisis de los datos disponibles, también el representante jurídico de la familia Etxeberria Alvarez, Iñigo Iruin, estima veraz el testimonio de esa fuente oculta. Y otro tanto hizo la Audiencia Nacional al tramitar el asunto con celeridad en los últimos meses del pasado año.

La responsabilidad máxima de esta intervención ha sido encomendada a un alto cargo de la Gendarmería: el teniente coronel Laurent Lesaffre, que actuará en condición de comandante de la sección de búsquedas de Pau. En cuanto a la participación de Etxeberria, fue autorizada por la Audiencia Nacional.

En caso de que en el lugar aparecieran restos humanos, faltaría proceder a la confirmación plena de que pertenecen a ‘Naparra’. José Miguel Etxeberria apenas tenía 22 años cuando se le vio por última vez en Lapurdi (su vehículo apareció posteriormente abandonado en Ziburu, pero no hubo más pistas sólidas sobre su paradero). Para proceder a la identificación, habría que practicar análisis de ADN. Sus padres ya aportaron sus perfiles genéticos hace tiempo (el aita, Patxi, falleció en 2006), por lo que todo estaría listo también para este trámite, que habitualmente requiere unas semanas de tiempo.

El caso de ‘Naparra’ es uno de los tres aún no esclarecidos de militantes vascos desaparecidos en acciones que parecen ser de guerra sucia, junto al de Eduardo Moreno Bergaretxe ‘Pertur’ (1976) y al de Jean-Louis ‘Popo’ Larre (1983).