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IRUÑEA

EH Bildu defiende el valor de un cambio que nació en los ayuntamientos

EH Bildu ha realizado esta mañana un acto para valorar el ecuador de la legislatura. Los alcaldes de Iruñea, Lizarra y Tafalla, junto con Bakartxo Ruiz, han señalado que el cambio no nació hace dos años ni terminará en 2019. Joseba Asiron ha prometido, además, que los dos años que restan serán los mejores de la legislatura, porque en ellos empezarán a dar fruto el trabajo llevado a cabo hasta ahora.

De izquierda a derecha, Asiron, Ruiz, Irati Jiménez, Goldarazena y Leoz. (Iñigo URIZ/ARGAZKIPRESS)
De izquierda a derecha, Asiron, Ruiz, Irati Jiménez, Goldarazena y Leoz. (Iñigo URIZ/ARGAZKIPRESS)

EH Bildu alcanzó hace dos años las mayores cotas de poder de la historia de la izquierda abertzale en Nafarroa. Y donde más se nota es en los ayuntamientos. Por ello, los alcaldes de Lizarra (Koldo Leoz) y Tafalla (Arturo Goldarazena) han iniciado hoy el acto narrando su experiencia al frente de estos ayuntamientos. Leoz ha insistido en la enorme responsabilidad que supone para él ser el primer alcalde abertzale de Lizarra desde que mataran a Fortunato Agirre hace 79 años. Ha revelado que él tiene una relación personal con las hijas de Agirre, por lo que el conseguir la Alcaldía supone algo muy especial. Goldarazena, por su parte, ha puesto en valor el trabajo de tanta gente hasta conseguir que el cambio llegara a Tafalla y ha contado como sintió vértigo la primera vez que se sentó en el despacho, también por el peso de la historia y de la ilusión que despertó su nombramiento como primer alcalde abertzale de Tafalla.

Goldarazena y Leoz han bromeado sobre cómo se están copiando unos ayuntamientos del cambio a otros las formas de abrir cauces decisión a los ciudadanos, a través de mesas de diálogo y presupuestos participativos. «Nosotros no somos alcaldes de ordeno y mando y lo que se ha demostrado es que la gente quiere participar». El grueso del discurso a dos voces de estos alcaldes estuvo centrado en todas las cosas que han conseguido, aunque también ha habido espacio a la herencia que les legaron anteriores corporaciones. Particularmente amarga es la del pelotazo urbanístico de Oncineda, que puede acarrear una deuda para Lizarra de más de diez millones de euros. Leoz, además, hizo un llamamiento al realismo: «No podemos cambiar en cuatro años lo que han creado durante 40. Tenemos que ser conscientes de eso. Hay que dar pasos lentos, pero seguros».

«El régimen no está de brazos cruzados»

Bakartxo Ruiz ha explicado el trabajo que realiza EH Bildu para el cambio en Nafarroa. Ha asegurado que su formación quiere «más cambio y más profundo», a la par que ha dejado claro que no está siendo fácil. «Algunos van en ciertas materias con el freno de mano echado y luego quieren correr en alta velocidad», ha ironizado Ruiz.

La parlamentaria ha insistido en mirar lejos. «El cambio no ha empezado hace dos años y no terminar en 2019». Ruiz ha enumerado una serie de retos que quedan por conseguir y ha insistido en la importancia de la siguiente oleada de consultas soberanistas en pueblos de Nafarroa que está poniendo en marcha Gure Esku Dago.

Ruiz ha realizado un discurso alegre, pero realista, haciendo hincapié en que el rival político no está derrotado. «Queremos que los cambios sean irreversibles, ya que muchos de los valores del régimen siguen vivos hoy y no pueden continuiar guiando las políticas del Gobierno». La portavoz se ha referido a la manifestación de la bandera que organizó recientemente UPN para demostrar que siguen teniendo músculo y que «el régimen no está de brazos cruzados».

El compromiso de Asiron

El último en tomar la palabra ha sido el alcalde de Iruñea, Joseba Asiron. De entre las políticas llevadas a cabo, el alcalde ha destacado que este año ya estarán a disposición de personas en exclusión 120 viviendas propiedad del Ayuntamiento que se encontraron abandonadas a su llegada. También ha valorado los logros en materia de memoria histórica, con la retirada de los restos de Mola y Sanjurjo de «la infame plaza que llamaron Conde de Rodezno» como hito principal.

Asiron tampoco ha escogido un tono triunfalista. «No nos engañemos, falta mucho por hacer. Eso sí, estos dos años que restan tienen que ser los mejores, porque aflorará el trabajo de los dos primeros», ha prometido. «No queremos ser una anécdota, el cambio necesita de nosotros por muchos años», ha manifestado.

Asiron ha sostenido que el cambio es necesariamente diverso y ha llamado a la responsabilidad de todos los que forman parte de él. Asimismo, entiende que el éxito electoral conseguido deja bien a las claras que «EH Bildu es el instrumento del cambio más eficaz». En lo personal, Asiron se ha comprometido a «dejarse la piel» en la tarea histórica que le ha tocado llevar a buen término. Según ha dicho, se lo debe a todas las personas que recibieron el cambio «con lágrimas de alegría» tras décadas de trabajo y sufrimiento.