Encabezados por una pancarta en la que se leía ‘Por un convenio justo. Hitzarmen justu baten alde’, han denunciado el «ninguneo constante» por parte de la empresa después de «tres años sin renovar el convenio de aplicación, sin subir los salarios y tras siete meses de infructuosa negociación», según informan en un comunicado.

El comité denuncia «la falta de seriedad, veracidad y rigor con la que actúa la dirección e informa a la plantilla», en alusión a lo sucedido en los últimos días en torno a una propuesta sindical de retirar la huelga y seguir negociación si la dirección ponía sobre la mesa el IPC para los años 2017 y 2018, a lo que, según dice, la empresa «contestó con un no rotundo».

La dirección, según señala, convocó una asamblea de trabajadores para negar que esa propuesta se hubiese realizado, si bien posteriormente ante «la evidencia de las pruebas, tuvo que reconocer que era cierta», un comportamiento, a su juicio, «inadmisible».

El pasado lunes, en una reunión previa al inicio de las tres jornadas de huelga convocadas para los días 7, 8 y 9 de noviembre, la dirección, según la citada fuente, reunió al comité para plantear «la subida del IPC histórico para los años 2017 y 2018, dejando cerrada la negociación salarial con ese incremento y retomando la negociación del convenio con el resto de los puntos sociales».

Esa propuesta fue rechazada «unánimemente» por el Comité, ante lo que la dirección volvió «a incurrir en un descrédito malinformando a la plantilla acerca de este movimiento».

En este contexto sostiene que no es admisible que se quiera culpar al comité y a los trabajadores «de no querer negociar y mucho menos con informaciones falsas por parte de la dirección», por lo que le insta a reflexionar sobre «su responsabilidad en este conflicto laboral y sobre si está haciendo lo suficiente para que acabe cuanto antes».

Finalmente el comité anima a los trabajadores a continuar la lucha por las mejoras del convenio.