La consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, acompañada del director general del laboratorio pesquero AZTI, Rogelio Pozo, ha presentado dos proyectos de parques acuícolas en la CAV, uno que funcionará ya el año que viene en Mendexa -entre Ondarroa y Lekeitio-, y otro a largo plazo en Lemoiz.

Los terrenos de la antigua central nuclear de Lemoiz están abandonados desde hace 40 años cuando se paralizó el proyecto tras numerosas protestas en contra y la muerte de cinco trabajadores en un atentado de ETA. Con las instalaciones en ruina desde entonces, el Gobierno de Lakua apuesta ahora por instalar una piscifactoría en el lugar, en tierra, usando las tomas de agua del mar existentes.

Según Tapia y Pozo, cuenta ya con inversores vascos, del Estado francñes y Noruega interesados en entrar en el proyecto, que todavía tardaría entre cuatro y seis años en ver la luz.

Hay dos posibilidades: un proyecto que ocuparía cuatro hectáreas, que exigiría unas inversiones de 18 millones de euros en el acondicionamiento del terreno -que está limpio, ya que no se llegaron a instalar materiales nucleares- más otra de entre 25 y 60 millones para montar la factoría en sí, y otro más grande, con 5,5 hectáreas, que costaría 25 millones en acondicionamiento y entre 32 y 80 de inversión posterior.

Según el Gobierno de Lakua, todo el dinero lo aportaría el capital privado. Los contactos con inversores han mostrado un «alto interés» en entrar en este proyecto que crearía entre 350 y 550 empleos.

AZTI ha asegurado que es viable la crianza de especies como gambas, langostinos, lenguado, rodaballo, salmón y trucha asalmonada.

Mendexa

El segundo proyecto que se ha presentado estará en funcionamiento el año que viene: se trata de un cultivo de mejillones en Mendaxa, en el litoral entre Ondarroa y Lekeitio, relativamente alejado de la costa, a una profundidad de entre 40 y 70 metros.

Tendrá 554 hectáreas, de las que 214 se destinarán a producción, y se van a instalar tres empresas, Matxitxako Moluskoak, Angulas de Aguinaga y la gallega Rinamar, que van a copar el cien por cien del espacio.

La primera empresa será Matxitxako, participada por diversos socios del sector pesquero como Arrankoba, Itsaskorda, cofradías de Lekeitio, Ondarroa y Gipuzkoa, y AZTI.

Matxitxako tiene previsto producir mil toneladas de mejillón en una instalación de 40 líneas, que va a montar a principios de primavera.