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El bloque del 155 gasta en la campaña un 55% más que los independentistas

No hay que darse más que un paseo por el metro de Barcelona para comprobar la cantidad de paneles publicitarios contratados por los partidos del bloque del 155 para las elecciones del 21D. A primera vista parecen muchos más que los del bloque independentista, y un vistazo a los presupuestos de campaña de las diferentes candidaturas así lo confirma, ya que los partidos unionistas tienen previsto gastar un 55% más que los independentistas.

Por bloques, los del 155 tienen presupuestados 5,6 millones de euros para gastar en estas dos semanas, mientras que ERC, JxCat y CUP se quedan en 3,6. Por partidos, Ciudadanos es el que se impone tanto en gasto como, de momento, en las encuestas. Los de Inés Arrimadas se gastarán 2,1 millones de euros, medio millón más que en el 27S. El PP le sigue de cerca con 1,8 millones de euros, aunque los de Albiol han reducido la partida en más de medio millón de euros respecto a 2015. El PSC de Iceta, por su parte, gastará 1,7 millones.

ERC lidera el gasto en el seno del bloque independentista, con 1,8 millones de euros presupuestados, seguido, a cierta distancia por la candidatura de Puigdemont, Junts per Catalunya, que pretende gastar 1,4 millones. El menor gasto en la campaña corresponde a la CUP, que tiene previsto destinar 430.000 euros. En medio de los bloques, el presupuesto de Catalunya en Comú se queda en 790.335 euros.

Buena parte del dinero que gastan los partidos se suele destinar al mailing, es decir, al envió de propaganda electoral. En cualquier caso, todos quedan lejos del límite legal de gasto en campañas electorales, que se sitúa en 3,9 millones de euros.

Denegación de créditos

La distancia entre los gastos de ambos bloques podría ser todavía mayor, ya que ERC ha visto como dos entidades financieras –no se han hecho públicos los nombres– le han negado el crédito con el que quería cubrir una parte de los 1,8 millones presupuestados. Una decisión, que según apuntó Nació Digital, consideran política.

La mayoría de grandes partidos suele cubrir los gastos de campaña a través de créditos que suelen liquidarse rápidamente siempre que los resultados del partido no sean un descalabro, aprovechando que tras los comicios las formaciones reciben una importante subvención en función de la representación obtenida en el Parlament. Por ejemplo, Esquerra calculó que el dinero de la campaña lo recuperaría íntegro con 36-37 escaños, que era lo que le daban en la franja baja de las encuestas hace dos semanas –ahora ha bajado a la treintena de diputados–.

En cualquier caso, a diferencia de otros partidos los republicanos tienen las cuentas de la formación saneadas, por lo que no tendrían problemas para afrontar el crédito. Así, es difícil encontrar razones financieras para negar el crédito, sobre todo visto que, como recordaba Roger Tugas en Nació Digital, en 2015 los bancos no tuvieron problema en dar créditos a Unió Democràtica de Catalunya, entidad que ya estaba fuertemente endeudada, que no consiguió representación en el Parlament y que, finalmente, se disolvió este año, dejando un agujero de 19 millones de euros.