Curro V. GAZTELU IRUÑEA
Entrevue
KIKO VENENO
Musikaria

«Nosotros teníamos veneración por los flamencos de verdad»

Kiko Veneno (José María López Sanfeliu (Figueras, Gerona, 3 de abril de 1952) es uno de esos artistas que le gusta dejarse caer por Euskal Herria y apoyar causas importante. Kiko Veneno es un romántico que, aunque de vuelta de muchas cosas, otras, como el progreso y la falta de sensibilidad de hoy en día no le deja indiferente. Aunque catalán de nacimiento, al igual que el recientemente desaparecido Peret, Kiko es un gran andaluz de adopción.

Kiko Veneno clausura hoy (21.30, en la Ciudadela) el festival Flamenco on Fire con un espectáculo junto a Tomasito y Soleá Morente y Los Evangelistas. El recién estrenado festival cierra con un alto nivel y una buena acogida tanto para neófitos y como para aficionados de Euskal Herria.

Los de la «Generación de Oro del Flamenco», desgraciadamente, van quedando pocos, por no decir ninguno. Ahora parece que ustedes, los que empezaron por los años 70, son los decanos (Pata Nagra, Lole Montoya y Manuel Molina, los del rock andaluz, Manolo Sanlúcar, Távora, etc...). ¿Qué le ha enseñado la perspectiva del tiempo para con el flamenco y todo lo que le rodea hasta el presente...?

Bueno, el sentimiento es de tristeza. Personalmente siempre admiré el flamenco y algunos de sus códigos los usé para mi música, pero el flamenco era para mí algo grandioso, lo nuestro no era ni mucho menos tan importante. O sea, que lo vivo como una pérdida cultural irremplazable.

¿Es lo mismo siendo amante del flamenco, como lo es usted, el haber hecho música aflamencada o música en los años 70 u 80 que hoy en día?

Nosotros al menos teníamos veneración por los flamencos de verdad. Hoy ese mundo es que está como desaparecido, las nuevas generaciones no han podido beber de esas fuentes tan preciosas.

Usted que es un hombre viajado y abierto al mundo. ¿Cómo tratan a la música y al arte hecho en el Sur y al flamenco en concreto fuera de Al-Andalus?

Bien, el flamenco, aunque la llama sea pálida, desprende mucha emoción, mucha fuerza, es una música que impresiona en todo el mundo.

¿Qué diferencia hay entre «buscar candela» y «buscar a mi abuela...»?

No mucha. Las abuelas nos daban calor, candela, eso, lo que hace falta.

¿Para usted es un honor y señal de caché que el mechón de pelo blanco se haya esparcido por toda su cabeza, como bien decían sus compadres...?

No especialmente. Aunque es importante tener pelo, los cantantes o cantaores calvos no pegan en el flamenco.

El flamenco en todas sus vertientes es cada vez más entendido y respetado en Euskal Herria, algo muy diferente a los años 70 y 80... ¿Cómo cree que ha sido esa evolución?

Normal, he visto a lo largo de los años al público de Euskal Herria perderle poco a poco el miedo a tocar las palmas, a sentir el compás. El público vasco entiende cuando una cosa es auténtica.

¿Le gusta venir por Euskal Herria? ¿Tiene su publico aquí, verdad?

Sí, me gusta, hay mucho nivel de organización, de sonido, y la gente es muy respetuosa y cariñosa a la vez, los quiero mucho...

Cada vez hay más festivales, ciclos y eventos flamencos en general por todo Euskal Herria. ¿Lo ve como algo para quedarse o lo ve más como algo temporal, de moda?

Espero que sea para quedarse, aunque no creo que estos sean los mejores tiempos para el flamenco, la autenticidad se pierde, el mundo va por otros derroteros, priman lo digital y el dinero. La gente ya no sabe muchas veces lo que come, lo que tiene, lo que siente... queda todo muy despersonalizado en la jungla global de las finanzas.

No hay duda de que la programación de Flamenco on Fire es de primera magnitud. Cuando supo de ella, ¿qué le vino a la cabeza?

Que por qué hay que ponerle coletillas en inglés al flamenco para hacerlo actual.

En la Ciudadela de Iruñea va a compartir cartel con Tomasito y Soleá Morente y Los Evangelistas. Con el primero ya ha tenido algún que otro escarceo, al igual que con sus paisanos Los Delinquentes (nombre que nos recuerda a un tema de Veneno). ¿Cómo es que no anda con la Pandilla Voladora? Este proyecto le viene como anillo al dedo...

Yo estaba en el G-5, pero eso se acabó. Bueno, y siempre encantado de compartir con gente buena y con espíritu.