Amaia U. LASAGABASTER
EIBAR El Deportivo visita Ipurua

Otro partido, otra final

Los azulgranas enfocan la pelea de la permanencia en disputar cada partido como si fuese el último de la temporada.

EIBAR - DEPORTIVO

16 días después de caer en el Vicente Calderón, el Eibar vuelve a competir. Lo hace con ganas, tras un parón que se ha hecho eterno aunque les haya venido de perlas a los últimos en llegar, y con una idea que se impone a cualquier otra: regresa para disputar una final.

Una sensación que, de todos modos, no es exclusiva de esta previa. Si el «partido a partido» ya fue un concepto clave en las dos temporadas anteriores, los azulgranas redoblan su importancia como base del objetivo que se han marcado para su estreno en Primera. «O mañana jugamos una final o el camino en Primera va a ser mucho más complicado de lo que esperamos», asegura, tajante, Gaizka Garitano, en un mensaje dirigido tanto a su equipo como a la afición azulgrana. «Si no tenemos Ipurua lleno y apretando como si jugáramos una final, el camino en Primera va a ser mucho más duro de lo que la gente cree. Después de los dos primeros partidos -explicó-, me para gente por la calle y parece que ya lo tenemos hecho, que va a ser fácil. Creo que no somos conscientes de la dificultad que entraña esto. La Primera división admite pocas bromas. Si pensamos que va a ser fácil nos vamos a equivocar».

De poco servirá, evidentemente, que el público abarrote Ipurua o que se deje la garganta animando si el equipo azulgrana no corresponde en el césped. Y el entrenador armero reconoce, en este sentido, que una de sus principales preocupaciones de cara al encuentro es precisamente esa. Que después de haber firmado brillantes actuaciones en partidos más atractivos y, en teoría, complicados, la tensión disminuya y el Eibar deje escapar una oportunidad que no puede permitirse. «Sí preocupa. Los dos partidos anteriores eran muy difíciles de ganar pero muy fáciles para el entrenador, no hace falta motivar ni enchufar a nadie. Y ahora tenemos que mantener esa tensión porque si no lo hacemos seremos un equipo débil -advirtió-. Tenemos que mostrar la misma concentración, fuerza, intensidad que en los anteriores y además intentar dar salida a nuestra calidad».

Por eso, más allá de las virtudes del rival o de los derroteros por los que pueda discurrir el choque, el técnico azulgrana se centra «en lo nuestro. No sé qué partido espero, cómo será. Lo que sí espero es ver un buen Eibar. Si veo una buena versión del Eibar, estaré tranquilo. Luego hay que tener en cuenta que hay un rival enfrente. Pero lo que me preocupa es que nosotros hagamos un buen partido, concentrados, incidiendo en las características de nuestro juego», subrayó.

Intentará hacerlo frente a un Deportivo al que ya se impuso la temporada pasada y al que aventajó en la clasificación final, pero que poco tiene que ver con aquel en la actualidad. «Mantiene algunos jugadores pero ha fichado, muchos de ellos en el último momento, un entrenador nuevo que querrá introducir su forma de jugar y en ese sentido es un equipo en construcción», explicó. Pero peligroso, aún así. «Su entrenador tiene mucha experiencia y los equipos que entrena suelen jugar bien, mueven bien el balón. Y en el Deportivo también tiene jugadores para jugar así, gente de calidad que mueve muy bien el balón. En los dos partidos anteriores ya se ha visto que ha querido jugar así. Pero a nosotros nos tiene que preocupar lo nuestro», insistió.

El entrenador dosificará las novedades, con cuatro partidos en los próximos trece días

«Mantendré el bloque», reconoció Gaizka Garitano, poco amigo de dar pistas y que, de hecho, ha dirigido a puerta cerrada los cuatro últimos entrenamientos de la semana. Pero no quiso ocultar que el once que se enfrente al Deportivo será muy parecido, si no idéntico, al que alineó en las dos primeras jornadas.

«Puede haber alguna novedad -concedió- pero desde luego no van a ser seis de golpe». Y es que el técnico quiere un equipo fiel a sus directrices, algo que todavía no puede asegurar con todas las incorporaciones, que en algunos casos no han tenido tiempo suficiente, ni de ponerse a tono, ni de acoplarse al equipo.

Es el caso, sobre todo, de Dejan Lekic. Que no pudo comenzar con mejor pie su andadura en el Eibar -gol en el amistoso con el Alcorcón casi sin bajarse del avión que le trajo de Turquía- pero que todavía «está haciendo una pequeña pretemporada», reconoció Garitano. El serbio, de hecho, realiza un plan específico de trabajo, por el que entrena a diario en doble sesión. «En breve nos podrá echar una mano», aseguró su entrenador.

El ariete y todos los demás. Porque el Eibar pasará del parón liguero a disputar cuatro partidos en trece días, una frecuencia a la que no está acostumbrado. Tras cerrar hoy la cuarta jornada de Liga, abrirá el viernes la quinta en Elche; el próximo miércoles recibirá al Villarreal y tres días más tarde, el sábado, disputará el derbi en San Mamés. Garitano también se aferra al «partido a partido» en este caso. «El plan no pasa de lo que podamos hacer en este partido -asegura-. Como si se acaba el mundo. Intentaremos alinear el mejor equipo para este partido, intentaremos ganarlo y luego ya veremos». Pero reconoce que la acumulación de partidos se traducirá en alineaciones diferentes a la que se ha visto hasta ahora. «Como hacemos siempre, contaremos con todos los jugadores. No vamos a cambiar de golpe porque algunos necesitan todavía un poco más de tiempo. Pero muchos están ya cerca de jugar, lo pueden hacer en cualquier momento», aseguró. En ese sentido, y pese a admitir que no «tenemos una plantilla demasiado amplia» (23 jugadores), el técnico sí la considera «suficiente. No creo que vayamos a tener problemas». A.U.L.