Testua eta argazkiak: Eli TXAPARTEGI

Itsasmuseum, una travesía desde tierra por la tradición marítima de Bizkaia

Ubicado estratégicamente en los antiguos astilleros de Euskalduna, Itsasmuseum invita a embarcarse desde tierra firme en una travesía histórica entre anclas, navíos, cadenas, mapas, barriles y grúas, con un destino atractivo: los orígenes y la evolución de la estrecha amistad de Bizkaia con la mar.

Puerta de acceso al interior de Itsasmuseum.
Puerta de acceso al interior de Itsasmuseum. (NAIZ | )

La historia y cultura marítima que se extiende desde la Ría de Bilbao hasta el Golfo de Bizkaia. Eso es lo que invita a descubrir Itsasmuseum con sus 27.000 metros cuadrados de exposición. Y lo hace, además, de manera sencilla, lúdica y entretenida y desde un emplazamiento estratégico y simbólico: los antiguos astilleros de Euskalduna.

Es conocida la estrecha relación de Bizkaia, su capital y sus gentes con el mar y también la  peculiar identidad y tradiciones que esa vinculación ha ido forjando a lo largo de la historia. Y, sin duda, Itsasmuseum es un punto de partida ideal para empezar a navegar hacia el pasado sin riesgo a naufragar.

La grúa Carola

La aventura marina arranca antes incluso de entrar en el edificio del museo, porque los muelles de la explanada exterior acogen algunos de los elementos más atractivos de Itsasmuseum. Allí emerge la grúa Carola, roja-roja, con sus impresionantes 60 metros de altura, símbolo del pasado industrial y faro del complejo museístico, aparentemente orgullosa de su curiosa historia: dicen que su nombre se debe a una mujer de Deustu llamada Carola que diariamente cruzaba la ría de camino a su puesto de trabajo y ante cuya presencia interrumpían su tarea por un momento para verla los trabajadores del astillero.

Cerca de la grúa, entre gigantescas y pesadas cadenas, anclas, cuerdas y otros elementos de valor histórico, patrimonial y artístico estratégicamente dispersados en la explanada, se ubican la Casa de Bombas y los antiguos diques del Euskalduna, construidos hace más de 150 años y en los que se exponen algunas embarcaciones de la colección de Itsasmuseum, entre ellos, Portu y Auntz –ambas construidas en los astilleros Euskalduna a principios del siglo XX– y Antxustegi, el pesquero tradicional más antiguo de su tipología conservado en Euskal Herria y que actualmente es objeto de una restauración científica de manos de un equipo multidisciplinar de expertos.

El dique, convertido en pieza arquitectónica de incalculable valor histórico y patrimonial, es uno de los diques civiles más antiguos que existen.

Todos estos elementos exteriores del museo conforman una de las partes de la visita al Itsasmuseum, junto con la denominada Erain, un proyecto que persigue recopilar los conocimientos y las tradiciones vinculadas históricamente a la construcción naval en madera, y recuperar el oficio de la carpintería de ribera en Bizkaia durante el siglo XX. El objetivo es transmitir con rigor científico los procesos técnicos que se utilizaban entonces para su posterior aplicación en la restauración de las embarcaciones ubicadas en los diques secos.

El proyecto incluye un taller en vivo y una exposición que recorre la historia de los astilleros de Bizkaia en el siglo pasado, a través de sus herramientas, los oficios ligados a esta actividad y la evolución del pesquero para adaptarse a los nuevos tiempos.

El navío Atyla

En el muelle se halla también atracado otra de las mayores atracciones de Itsasmuseum, el navío Atyla, una impresionante embarcación clásica construida en Lekeitio entre 1980 y 1984 que (en condiciones normales) se abre al público entre septiembre y junio y que en verano realiza viajes de aventura y formación por toda Europa.

Pero, además de Atyla, el programa “Grandes veleros” del museo incluye la visita de otros grandes veleros de todo el mundo durante todo el año. Son embarcaciones históricas que, habitualmente, ofrecen jornadas de puertas abiertas, visitas guiadas y actividades a bordo para todos los públicos.

Una vez explorado el exterior del antiguo Museo Marítimo Ría de Bilbao, el visitante podrá acceder al interior del edificio, con una puerta de acceso presidida por un globo terráqueo de gran tamaño. Con una estructura arquitectónica también peculiar, recorrerá diferentes estancias que hilvanan la historia marítima vizcaina y que ayudan a entender la importancia del Puerto de Bilbao en la actualidad.

Entre los tesoros que hallará en el camino, quizás se sorprenderá con una carta náutica del siglo XVII del Golfo de Bizkaia atribuida a Hendrick Doncker, la maqueta de un galeón, las del buque Alu Mendi o del Puente Colgante, la Falúa del Consulado de Bilbao, la embarcación en la que se trasladaban por la ría los responsables del consulado para mostrar el poder de este organismo, encargado de regular el comercio a partir de 1511. Posiblemente habrá quien disfrute especialmente con los tesoros que exhibe el rincón dedicado a los orígenes del salvamento marítimo en la Ría y Puerto de la ciudad

Surf, la última novedad

Una de las novedades que ha añadido Itsasmuseum a sus propuestas es el surf en Euskal Herria, a cuya historia y evolución dedica una sala diseñada con la colaboración de expertos en la materia. Su objetivo es acercar a los visitantes la historia de los pioneros de esta práctica y su industria local.

Junto a cuatro paneles explicativos, el visitante podrá contemplar algunos objetos representativos de esta práctica ligada al mar: entre otros, tres tablas de surf que simbolizan tres momentos clave del desarrollo de este deporte en Euskal Herria, un traje y una chaquetilla de surf de O’Neill y un ejemplar de “The Surf Riders of Hawaii”, primer libro de surf de la historia que Ignacio Arana, apasionado del surf y cónsul en Hawái entre 1911 hasta 1914, trajo consigo a Euskal Herria.