Periodista, especializado en información cultural / Kazetaria, kulturan espezializatua
Interview
Arturo Fernández
Director de Flamenco on Fire

«Este es el festival flamenco con más asistencia de público del mundo»

La duodécima edición del festival Flamenco on Fire explotará en Viana, pasará por Tutera y ofrecerá desde el martes 26 una intensa estancia en Iruñea, con unos cuarenta espectáculos y actividades. Habrá virtuosismo guitarrero, la fuerza del cante y el baile o propuestas rompedoras.

Arturo Fernández, director de Flamenco on Fire.
Arturo Fernández, director de Flamenco on Fire. (FLAMENCO ON FIRE)

Regresa Flamenco on Fire, iniciativa privada apoyada por el Gobierno navarro y el consistorio iruindarra que cumple doce años. Como en las últimas ediciones, comenzará en Viana este viernes 22 de agosto, con el cantaor lebrijano José Valencia. Al día siguiente viajará a Tutera, con la sevillana Esperanza Fernández, también cantante. Y llenará la agenda pamplonesa del 26 al 31 de este mes. Ocho repletas jornadas, con trece escenarios, treinta y seis actuaciones y otras actividades. Hijo de madre chelista y conocido actor teatral, abogado de profesión y profesor de universidad, Arturo Fernández Sensat (Madrid, 1970) dejó hace seis años el Derecho y la enseñanza para dedicarse ‘en cuerpo y alma’ al flamenco como responsable del certamen.

Inauguran una trilogía sobre la historia del flamenco, que habría nacido hace más de doscientos años.

Debido a lo específico de Navarra, geográficamente alejada de lo jondo, ya hemos tratado de manera didáctica los tres pilares del flamenco: cante, guitarra y baile. Ahora iniciamos una nueva trilogía en la que contaremos una historia del género a través de los doscientos años que podríamos establecer que tiene. Demostraremos que es un arte en constante evolución y cómo ha modelado su formación y crecimiento. Arrancamos en el primer tercio del siglo XIX y terminaremos esta primera parte con el ocaso de los Cafés Cantantes, aproximadamente en 1925.

Titulan la edición con el término ‘tandal’, utilizado en esos comienzos del género para designar los patios flamencos.

Es una palabra utilizada en aquellos años y está en uno de los libros del investigador británico George Borrow. Entendíamos que ‘tandal’ o ‘patio’ defendía bien esa época de gestación, encuentro y desarrollo del flamenco. Y para explicar qué pasaba entonces hacemos hincapié en la tradición oral, la irrupción de la tecnología sobre todo con las primeras grabaciones en discos de pizarra y el gramófono, por 1888, y el establecimiento de determinados cánones musicales que aún se respetan. Subrayando siempre la calidad artística de los intérpretes que ha permitido esa evolución.

«Sigue existiendo la unión, el encuentro familiar. Todo evoluciona, todo se transforma, pero la tradición oral sigue muy viva en el flamenco»

¿Qué queda de esos patios o corralas?

Cada vez menos. Pero sigue existiendo la unión, el encuentro familiar. No como se desarrollaba hace cincuenta años, pero sí continúa la tradición oral de las familias, las bodas, los bautizos. Todo evoluciona, todo se transforma, pero la tradición oral sigue muy viva en el flamenco.

El motivo gráfico conceptual es el frontón. ¿Qué tiene que ver con el flamenco?

Intentamos siempre acercarnos a las tradiciones del territorio con voluntad de construcción de comunidad. La pelota vasca es una de las tradiciones más arraigadas en Navarra y al investigar sus orígenes y evolución en diferentes modalidades, en la mitad del siglo XIX, vimos que coincidía mucho con la evolución del flamenco. Y pensamos que en ese protagonismo de pelotaris y artistas se podía hacer un encuentro entre ambos mundos, como se hizo el año pasado con el grupo de danza Duguna.

Los frontones navarros han sido un terreno muy gitano. En las murallas de Iruñea, junto al tradicional barrio gitano de la Merced, existe el Jito Alai.

Así es y el miércoles 27 haremos al mediodía un homenaje a la pelota vasca a través de pelotaris gitanos navarros en el frontón de Mañueta, la calle donde nació el guitarrista Sabicas. Poniendo de manifiesto esa presencia del pueblo gitano en una de las tradiciones, como elemento de integración y visibilidad dentro del deporte y la cultura. Con la colaboración de Napike, Asociación Cultural Navarra de Pelota Vasca, se hará una demostración de pelota a mano, cerrando con la guitarra del jerezano Domingo Rubichi. También presentamos el proyecto ‘Electro On Fire’ para composiciones que tengan de base una de las doce piezas musicales de Fernando Vacas, inspiradas en el sonido de la pelota y el compás de amalgama flamenco.

Hablando del influyente Agustín Castellón Campos ‘Sabicas’, en esta edición se cierra la trilogía guitarrera ‘Alzapúa’.

La guitarra, como el cante, tiene una presencia muy relevante en el festival. Y ahí está el legado de Sabicas: la guitarra de concierto. De su herencia permanente en las jornadas nació el proyecto ‘Alzapúa’ en torno a la guitarra de concierto que ha sido mostrada a través de generaciones distintas. Cerramos la iniciativa con una generación de oro: Manolo Franco, Gerardo Núñez, Rafael Riqueni y José Antonio Rodríguez. Con el oportuno acompañamiento del cante de Montse Cortés, Antonio Canales al baile y la colaboración especial del tocaor Pepe Habichuela. Hemos conseguido llevar la guitarra al Baluarte, escenario insignia del festival, y que el público le pierda el miedo. Toca imaginar nuevos proyectos en ese campo.

Arturo Fernández, en la presentación de Flamenco on Fire.

El cante seguirá siendo compañero íntimo de la guitarra, con diferentes variantes de estilos y escenarios como el apartado ‘Reseteando’.

El espíritu de ‘Reseteando’ es el ADN del festival porque representa traer cante al Baluarte sobre el concepto de resetear, que implica la raíz, saber de dónde vengo y, sobre todo, mirar hacia el futuro. En este caso, es un encuentro con tres mujeres: Lela Soto, Ángeles Toledano y María Terremoto. Cada una mostrará su personalidad cantora sin miedos en una oportunidad única de tenerlas juntas. Con el especialista Juan Garrido, aportando contexto.

Está de nuevo todo el capítulo de música desde balcones y al aire libre en Biana e Iruiñea y lo más atrevido sigue siendo el apartado Siglo XXI.

El acceso al flamenco puede tener muchas puertas y hay personas que no encontrarán acceso por la vía ortodoxa. Así que a través de otras propuestas y de la idea de cómo el flamenco las abona y riega se puede conseguir una buena entrada al género. Este año viene Yeray Cortés, que no está en esa frontera porque es cien por cien flamenco, pero tenemos a Queralt, Los Planetas o Rocío Márquez y Bronquio que son otras puertas al flamenco. Más que para gente joven hablamos de nuevos públicos de cualquier edad.

De Iruñea salió el también guitarrista Carlos Itoiz, homenajeado por el Festival en 2018 y fallecido dos años después. También el bailaor Jesús Zamarbide o el artista bohemio José Antimasberes. Aunque hayan existido ese tipo de artistas, el festival es una sorpresa. No hay muchos certámenes flamencos Ebro arriba.

Hay varios elementos a sumar. El principal, el flamenco y sus artistas, con la fuerza que transmiten nuestras vivencias humanas. El segundo, el público, que tiene un nivel cultural y receptivo muy alto. Y una programación amplia en la que todo el mundo puede encontrar su sitio. Más el formato de calle, de relaciones y convivencia. Y hemos hecho el esfuerzo de presentarlo con otros ropajes, no estar sometido a determinados clichés. Ahora mismo puede ser el festival flamenco con más asistencia de público de todo el mundo.

«Hacemos un homenaje a la pelota vasca a través de pelotaris gitanos, en el frontón Mañueta, la calle donde nació el guitarrista Sabicas»

Hay jotas con letras tan flamencas como ‘anda y pínchame una vena y verás correr mi sangre, negrica de pasar penas’. ¿Se plantea el festival ahondar la posible relación flamenco-jota?

Es una letra muy flamenca, sí. Hicimos un encuentro hace dos años en la iglesia de San Lorenzo, donde está San Fermín. Fue entre jota navarra y sobre todo cantes de Cádiz, alegrías, para que se viera la relación armónica que hay entre ambas. Es una unión real, que existe. ¿Abundar más en el futuro sobre ello? Pues posiblemente.

¿Así que hay muchas puertas para entrar al flamenco?

Hay muchas puertas de entrada. Las abrimos para quien quiera entrar y quedarse o salirse. Pero con la diversidad de programación hemos podido generar un nivel de afición e interés para una cita que es esperada y complementa el panorama cultural navarro.

¿Cómo está de salud el género?

Sigue su evolución natural. La guitarra está excepcional y con gran incremento de mujeres. Las compañías de baile viajan lejos y eso significa que gusta. Y el cante sigue la evolución de siempre, todo cambia y no se canta como hace treinta años. Va con otro compás que se verá en el escenario del Palacio Ezpeleta, con cinco artistas que representan la tradición oral. El flamenco goza de buena salud, aunque siempre hay campo para mejorar. Con apoyos institucionales a nivel nacional, financiación de proyectos o la necesidad de un libro blanco sobre el género.