Mikel Chamizo
Interview
Alaia Belaunzaran, Livia Camprubí, Pablo F. Cantalapiedra y Bea Peña
Componentes de Entrebescant

«Queremos que el público disfrute con las historias que portaban los juglares»

Entrebescant agrupa a cuatro jóvenes unidos por el interés en el patrimonio musical medieval. En sus conciertos, planteados como historias, música sacra y cortesana y canciones y danzas tradicionales, se entrelazan cantares, romances o crónicas, empleando instrumentos  tradicionales y sus voces.

Componente de Entrebescant.
Componente de Entrebescant. (MUSIKA HAMABOSTALDIA)

En su debut en la Quincena Musical, este sábado a las 20.00 en el Museo San Telmo, Entrebescant va a trazar la historia del Cid Campeador a través de los textos del ‘Cantar’ y de músicas de los lugares que atravesó en su ruta.

Entrebescant está formado por músicos e investigadores. ¿Cómo influye su formación académica en la manera de plantear sus proyectos?

La formación nos permite estar al día de lo que se sabe y no se sabe de este repertorio, lo que nos permite tomar decisiones más acertadas o, al menos, que consideramos más coherentes. Además, a la hora de realizar nuevos programas, tenemos acceso a repertorio y compositores desconocidos, gracias a que podemos realizar nuestras propias transcripciones, sin depender de lo que ya esté disponible. Desde un punto de vista de la interpretación histórica, nos hemos formado con instrumentistas especializados en este repertorio, lo que nos permite buscar timbres, sonidos o articulaciones que se acercan a lo que se sabe que se hacía en la Edad Media.

¿Cuáles son los principales retos de trabajar principalmente con repertorios medievales?

El reto principal es, a su vez, el punto más interesante de interpretar esta música: la falta de información sobre ciertas características musicales, como el ritmo o la instrumentación. Este hecho hace que tengamos mayor libertad para tomar decisiones pero también nos da muchos quebraderos de cabeza, ya que normalmente, en la formación clásica, estos datos están en la partitura. En el caso de las ‘Cantigas’ de Alfonso X, uno de los repertorios más extensos e importantes de la Edad Media, no sabemos ni el tempo, ni el compás ni con qué instrumentos se interpretaban.

«Intentamos ser coherentes con las investigaciones respecto a la música medieval, pero esto no nos libra de utilizar la imaginación»

¿Qué aporta la investigación al proceso creativo, y viceversa?

Intentamos ser coherentes con las investigaciones realizadas hasta ahora respecto a la música medieval, pero esto no nos libra de utilizar la imaginación, que es una herramienta poderosa en cualquier caso. Cuando creamos programas como este que presentamos en la Quincena, hay un trabajo muy creativo a la hora de imaginar un argumento, trazar la curva emocional del mismo, crear personajes o hilar música de distintas épocas y estilos. Trabajamos desde la objetividad, pero sin olvidar que, en muchos casos, lo que sabemos son conjeturas y que estas pueden variar.

¿Cómo surgió la idea de recrear la ruta del Cid Campeador?

Queríamos hacer un programa especial en torno a un personaje o un acontecimiento, y descubrimos que era el 975 aniversario del Cid. Nos pareció muy adecuado para poder unir música medieval y tradicional en un solo programa, además de utilizar textos medievales de tanta riqueza expresiva. Nuestra intención ha sido mostrar música y literatura de características muy diferentes, todas originarias de los paisajes que el Cid recorre en su ruta. Este planteamiento nos ha dado pie a introducir la teatralidad en nuestro trabajo: declamamos una selección de textos del ‘Cantar’, dando voz a sus protagonistas.

 

El Cid es un personaje que se puede abordar de diferente formas: como figura histórica, como personaje literario e incluso como símbolo. ¿Cómo lo hacen ustedes?

Lo abordamos desde un punto de vista literario, como cantar de gesta, como material artístico. Es un personaje que está en el imaginario colectivo, aunque no para todos tiene el mismo significado. Queremos reivindicar la obra literaria, que a veces se olvida entre todas las connotaciones asociadas a él. Buscamos reflejar las virtudes que el texto otorga al caballero, que más allá de su veracidad, hablan de un ideal humano que nos parecía valioso resaltar: El Cid se presenta atrevido, pero también mesurado, tierno, sensible… Queríamos poner de relieve la tierra y la humanidad del personaje, que nos parece que encierran valores valiosos en nuestro presente.

Han acudido a diversos manuscritos medievales en busca de la música. ¿Qué piezas han escogido?

Queríamos utilizar especialmente repertorio de la península Ibérica, tanto de fuentes medievales como de tradición oral. En nuestra propuesta, el ‘Códice de las Huelgas’, copiado cerca de Burgos a principios del siglo XIV, marca el inicio del destierro, y el ‘Llibre Vermell’, copiado en Montserrat en la misma época, el final. Son dos de las principales fuentes de música medieval peninsular, y nos permitían encuadrar perfectamente la ruta entre Burgos y Barcelona.

«Queríamos poner de relieve la tierra y la humanidad de el Cid, que nos parece que encierran valores valiosos en el presente»

De ‘Huelga’ tenemos, por ejemplo, el lamento por el Rey Sancho ‘Plange Castella, Misera’, cuyo texto encajaba perfectamente con la despedida del Cid de su tierra; o el ‘Conditor Kyrie’, con que damos voz a las misas que sus leales organizan para el Cid. Del ‘Llibre Vermell’, el texto de ‘Impreayritz de la Ciutat Joyosa’ nos resultaba perfecto para vestir el momento en que el Cid y sus tropas acuden a la conquista de Barcelona.

¿Cómo se entrelazan en el concierto las músicas sacras y cortesanas con los cantos de siega, bailes de rueda y jotas?

Este es uno de los puntos más interesantes de este programa: las piezas se entrelazan de una manera tan orgánica que sorprende, no solo porque van entrelazadas con el argumento del ‘Cantar’, sino porque comparten características musicales. Mucha música tradicional es modal, como la música medieval. Esto hace que resulte muy natural unir un canto de siega con un lamento para la muerte de un rey, o una cantiga de Santa María con un baile de rueda burgalés.

¿Qué instrumentos históricos llevarán al escenario en esta ocasión?

Esta vez llevamos la furgoneta bien cargada: arpa románica, fídula, zanfona, alboka, pandero cuadrado de Peñaparda, panderos y panderetas, tambor, cuerno, flautas de pico… Cada uno aporta un color al programa y todos se han hecho imprescindibles.

¿Qué recuerdo esperan que se lleve el público?

Nos encantaría que el público conectara con la historia del Cantar del Destierro a través de la emoción. Que vengan a sorprenderse y a descubrir esta música, a probar los instrumentos, a disfrutar como hacía el público hace siglos al escuchar los cantares e historias que portaban los juglares.